27 de septiembre de 2013

Los primeros tres spots de e-cigarettes fueron prohibidos en Gran Bretaña




MAL DEBUT PARA LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS

Los primeros tres spots comerciales de e-cigarettes han sido prohibidos en la televisión británica, luego de las quejas de los espectadores ante la Advertising Standards Authority (ASA). 
Son los avisos para E-Lites, SKYCIG y Ten Motives (los únicos tres comerciales del rubro que fueron emitidos por la TV del Reino Unido), y se los prohibió por no hacer una clara identificación del producto que se anuncia en ellos. Los E-Lites fueron además prohibidos por ser atractivos para los niños.
Un vocero de la ASA, el cuerpo regulatorio industrial independiente del país, dijo: “Estas reglas fijan un importante precedente. Son un útil punto de referencia para el sector: útil para que los consumidores sepan que estamos respondiendo a sus preocupaciones, y útil para los profesionales del sector para ver cómo son aplicadas las reglas”. 
En sus esfuerzos para cumplir con los códigos publicitarios, los marketers fueron vistos como culpables de falta de claridad. Los tres spots son muy oscuros porque tratan tan arduamente de no promover el acto de fumar que se niegan a mencionar lo que hace el producto. Aunque fueron condenados por ser engañosos, los avisos fueron eximidos por la ASA de la acusación de ser “irresponsables y dañinos”.
El vocero de la entidad negó que los códigos sean confusos: “Son claros; muestran lo que usted puede y no puede hacer, pero estos son los primeros casos y hay algunos problemas iniciales”. La ASA agrupó deliberadamente las tres disposiciones en la misma semana para evitar destacar a un fabricante particular de e-cigarettes.

Los códigos relativos a los e-cigarettes dicen que su publicidad no puede ser destinada a los niños, referirse al acto de fumar, o tener un nombre o diseño que la audiencia podría asociar con un producto de tabaco. Y los marketers no pueden afirmar que esos productos son más sanos que los cigarrillos regulares. Douglas Mutter, manager de operaciones de Meech Marketing, que distribuye la marca SKYCIG en el Reino Unido, dijo: “Con cualquier nuevo producto o industria va a ser difícil saber lo que es correcto para cada uno de los involucrados… Las guías de acción pueden ser restrictivas en términos de qué podemos representar en la publicidad de nuestra televisión; no obstante nosotros tenemos ahora un buen entendimiento de lo que podemos y no podemos decir”.

Los spots de SKYCIG y Ten Motives tiene sólo una queja cada uno, pero los E-Lites recibieron 65 quejas (sólo una de parte de un grupo antitabaco), posiblemente porque el comercial, realizado por McCann Central, se emitió durante el prime time desde enero y mostraba a un bebé cuyos primeros pasos incorporaron un movimiento de danza Gangnam Style. A pesar de que esto era sólo mostrado junto a programas dirigidos a espectadores de 16 años y más, la ASA resolvió que “porque consideramos que el contenido del aviso sería de particular interés para niños y también se refiere al fumar, llegamos a la conclusión de que rompía el código”.

Trevor Field, director de ventas y marketing de E-Lites, dijo: “Estamos decepcionados porque trabajamos durante 12 meses con Clearcast (el organismo que pre-aprueba todos los avisos de TV antes de salir al aire) para ajustarnos a la línea correcta. Obviamente estamos en desacuerdo con la interpretación (de que el aviso apela a los niños), pero uno tiene que seguir adelante”.
Los marketers británicos de los e-cigarettes están luchando para interpretar las reglas mientras todavía pueden publicitar en TV. Desde 2016, los e-cigarettes serán clasificados como medicinas en Gran Bretaña y necesitarán tener una licencia especial antes de que puedan ser publicitadas por cualquier vía. Restricciones similares se esperan a lo largo de la Unión Europea al mismo tiempo, colocando a los e-cigaretes en la misma categoría de los parches o los chicles de nicotina.

Según la Medicines and Healthcare Products Regulatory Agency, hay alrededor de 1,3 millones de usuarios de e-cigarettes en Gran Bretaña, y 9 millones de fumadores regulares. En Estados Unidos, se espera que la Food and Drug Administration se defina sobre los e-cigarettes en octubre, cuando es probable que se tome control regulatorio sobre la categoría e imponer restricciones. Estas podrían ser prohibiciones tanto de la venta a menores y de los avisos de TV. El público tendrá tiempo para dar sus opiniones antes de que cualquier ley sea completada. La inversión publicitaria de la categoría está creciendo rápidamente, y Lorillard, que fabrica el e-cigarette más vendido de Estados Unidos, Blu, planea invertir 40 millones de dólares por año para ese producto.

Las actitudes hacia los e-cigarettes varían de país en país. En Nueva Zelanda y Austria ya son clasificados como medicinas, y el producto fue prohibido en Australia, Brasil, Líbano y Singapur, aun cuando el tabaco está a la venta en todos esos países.
Fuente: Advertising Age - Adlatina.com

6 pasos para saber en qué emprender

Si te encuentras en la situación de querer emprender un negocio propio, puede ser que sepas muy bien en qué sector y que productos y servicios ofrecer, pero también puede ser que estés emocionado y decidido a trabajar por tu cuenta pero no hayas decidido en qué.
Cuando sabes en qué sector montar tu negocio puede ser que éste se base en un mercado en el que ya tienes experiencia, ya sea porque has trabajado en el por cuenta ajena o porque lo conoces muy bien. En ese caso tienes la ventaja de saber qué es lo que necesitan tus potenciales clientes y que oferta de productos y servicios existen en su mercado (o sea lo que ofrece la competencia) lo cual es una ventaja. Si no perteneces a ese grupo, no te preocupes, no es un problema, haces un estudio y lo averiguas. Sea como sea es básico conocer el público al que te diriges.
También puede darse la circunstancia de que aun sin tener experiencia en el sector, en un momento dado has visto o intuido una oportunidad, una necesidad de un colectivo de personas sin satisfacer y que tú podías aprovechar. Sea como sea, lo más importante es que esa actividad a la que te dediques sea algo que te apasione, algo que te encante hacer, que no te importara hacer aunque no fuera remunerado. . .de esa forma convertirás tu pasión en una manera de vivir, que te permita llevar el tipo de vida que quieras, haciendo lo que te gusta.
Por el contrario si lo que haces no te llena, o va en contra de lo que tú valoras, no tendrás ganas de levantarte cada mañana para hacer esa actividad que te fastidia. Es muy importante para obtener unos óptimos resultados que lo que hagamos, lo hagamos bien, y para eso es necesario que nos agrade. Si no, a la corta o a la larga perdemos la motivación y eso hace que no tengamos ganas de retarnos, ni de aprender, ni de mejorar, ni de salir de nuestra zona de comodidad, pasando a hacer actividades mecánicas sin pensar ni reflexionar. Esa situación, ya debes saber que no ayuda a tu crecimiento.
Ahora puede ser que me digas, “todo eso es muy bonito, pero yo tengo que comer, tengo familia y eso que me dices no es tan fácil”. Para empezar, nadie ha dicho que sea fácil. Pero si es posible. Lo corroboran historias de personas que lo han conseguido. Puedo asegurarte que mis clientas empiezan a ver resultados cuando empiezan a plantearse cómo hacerlo, en lugar de pensar que no pueden hacerlo. No se puede comparar ir cada día a trabajar en algo que no te guste y pienses: otra vez lunes, qué fastidio, mi jefe. . .mi compañero. . .el stress. . .O por el contrario digas: mañana ya es lunes, voy a organizar mi agenda para hacer lo que me gusta porque lo que me apetece es eso.
Es un hecho que tenemos que trabajar para producir, para aportar nuestra contribución a la comunidad, pero básicamente para obtener un dinero a cambio que nos permita cubrir nuestras necesidades, algunas básicas y otras no tanto. Todo es cuestión de saber para que lo haces (aparte de cubrir tus necesidades). Para sentirte identificado, para hacer lo que te guste, para tener más libertad, para crecer, para conseguir retos, objetivos. . .o simplemente hay quien piensa que tiene que hacerlo por obligación. A nadie le gusta hacer las cosas por obligación, en cambio a todo el mundo le gusta hacerlo por devoción, lo haces porque quieres hacerlo. Hay una diferencia.
Investiga un poco tus porqués y tus para qué, y quizás te ayude a entender cómo te sientes respecto al trabajo. Sentirse bien con lo que uno hace es básico para generar buenos resultados y todos queremos obtener buenos resultados y hacer un buen trabajo para tu propia satisfacción, independientemente de a lo que te dediques y para quien trabajes. ¿O no?
Y llegados a este punto, y entendiendo que hemos decidido emprender un negocio, vamos a ver si podemos despejar dudas y tomar una decisión sobre el campo en que vas a emprender.
1. ¿Sabes ya lo que te apasiona? Quizás para responder a esta pregunta tienes que indagar un poco en tu interior. Conocerte es básico para que sepas lo que te emociona. Haz una lista con todo lo que te gusta, por muy tonto que te parezca, aficiones, hobbies, todo lo que se te ocurra, como una tormenta de ideas. En esta fase no estás tomando una decisión, ni juzgando si es una tontería, simplemente estas exponiendo una serie de ideas para poder considerarlas más adelante. ¿Qué es lo que no te importa hacer? ¿Qué es aquello que haciendo pierdes la noción del tiempo? ¿Qué te da igual hacer a cualquier hora porque siempre te apetece?
2. Eres bueno, muy bueno. Ahora que ya tenemos la primera lista, vamos a por la siguiente. Normalmente lo que se nos da bien, suele tener relación con lo que nos gusta hacer, pero no siempre somos conscientes de ello. Así que para hacer ésta lista vamos a recurrir a los que tenemos alrededor. Hacer participar a los que te rodean es una buena manera de conocer aspectos que otros ven de nosotros mismos y que desconocemos. No es momento de que nos juzguen, ni de que hagan una lista de pros y contras, simplemente que te digan según ellos (mejor pregunta a unos cuántos, familia, amigos ) que creen ellos que se te da bien, que eres muy bueno. Recuerda cuando te hayan dicho lo bien que te había salido hacer tal y tal cosa. Sea lo que sea, entenderte bien con niños, cuidar flores, hacer dulces, cualquier cosa.
3. Oportunidades de mercado. Cuando se quiere emprender, muchos piensan en crear algo que todavía no esté inventado y de ahí viene esa expresión: “es que ya está todo inventado”. ¿Y qué? ¿Crees que para tener éxito tienes que inventar algo nuevo? Si es así siento desilusionarte (aunque en el fondo es una buena noticia) pero no es necesario. Basta con que descubras una necesidad de un colectivo o grupo de gente considerable (mercado) que no está cubierto. O quizás un servicio o producto que ya existe pero lo puedes mejorar añadiendo valor o haciéndolo de otro modo. Hay empresas muy grandes e importantes que simplemente han tenido éxito haciendo las cosas de otra manera y atreviéndose.
4. Sé un experto. Si quieres abrirte camino emprendiendo tu negocio debes convertirte en un experto en tu materia. ¿Cómo puedes hacerlo? Volvamos a tu pasión, cuando algo  te gusta mucho, casi de manera instintiva, absorbes toda la información posible acerca de tu tema. Te informas, te formas, te instruyes. Todo lo que cae en tus manos sobre ello te interesa, y si no, lo buscas. Fíjate sino en tus hobbies y pasatiempos, no te importa pasarte horas mirando cómo funciona algo, u organizando o coleccionando, la satisfacción te compensa ese tiempo. Si tu negocio es tu pasión pasa lo mismo. ¿Y cómo me convierto en experto? Pues conociendo más sobre ese tema que muchísimas otras personas a las que les pueda interesar tu conocimiento. Todos podemos ser expertos en algo, falta que tengamos el conocimiento y la experiencia. Así que si quieres convertirte en experto, busca todo lo que puedas encontrar sobre tu tema y práctica, práctica y práctica.
5. Encuentra tu nicho. Cuando un pasatiempo o hobby decides convertirlo en negocio, significa que le quieres sacar un provecho económico para que te permita poder vivir de él.  Así que una vez conocemos lo que nos gusta, lo que se nos da bien, las oportunidades de mercado y somos expertos en ello, es la hora de conocer muy bien nuestro público objetivo, ese que está interesado en la solución que le vamos a ofrecer para solventar su problema. Si crees que todo el mundo puede ser tu cliente ideal, estás equivocado. Igual que te centras en ser experto sobre un tema (no se puede ser experto en todo), tienes que enfocarte en un tipo de público determinado, para conocer cómo piensan, qué sienten, qué hacen, qué problemas tienen y cómo puedes ayudarles. Se lo más específico posible y te ayudará a conocerlo mejor. Podemos tratar el tema del cliente ideal más ampliamente en otro artículo.
6. Verifica el punto de unión en común. Después de todo el estudio que llevas hecho, seguro que te vienen un montón de ideas a la cabeza. Cuando juntes todas las listas es posible que veas puntos de conexión entre ellas. Esos puntos de conexión son los que pueden generar ideas que luego desarrolles y descubras posibles nichos donde poder emprender tu negocio. Puedes ofrecer servicios que tus potenciales clientes puedan necesitar y que puedan suplir una necesidad o una solución a un problema. Puede ser que les aporte bienestar, crecimiento, satisfacción, o que les ahorre tiempo, preocupaciones o dinero.
Para terminar te diré que es imprescindible estar alerta a tu entorno, de lo que ocurre a tu alrededor, leer libros que te puedan interesar, trabajar tu creatividad, ir a un kiosco y poder dar un vistazo a la cantidad de revistas de todos los sectores que puedas encontrar. Tarde o temprano, si estás motivado, te vendrá la inspiración y dirás: Aha! Esto es lo que quiero hacer.Un negocio es para obtener un rendimiento económico, además de hacer algo que te llene, pero también te digo que si solo buscas eso, el dinero, sin tener en cuenta todo lo demás, tarde o temprano te pasará factura. O tu negocio no prosperará o si lo hace te sentirás vacío e insatisfecho.
¡Ve por tu sueño!

Autor: Cristina López - Colaboración: Prof. Silvia Ferrari

5 errores comunes en la planeación estratégica

¿No tienes una visión estratégica? Estos son los 5 errores de productividad más comunes (y cómo resolverlos) que cometen los gerentes por no contar con una correcta visión estratégica.
Una gran parte de las personas piensan que los gerentes son profesionales muy ocupados, que viven de reunión en reunión, que tienen grandes cantidades de actividades para hacer, una larga lista de pendientes y una agenda muy apretada… De alguna forma es verdad, pero no es lo único que sucede en el día a día de un gerente, y ciertamente, no es lo más importante que debería suceder. Lamentablemente muchos olvidan que el gerente, que marca el rumbo de una compañía, de un área o de un equipo de colaboradores, además de “hacer” tiene que “pensar”. Y pocas veces eso está en su “lista de tareas pendientes”.
 Hubo una fase en mi carrera como gerente, unos dos o tres meses, donde tener que hacer una reunión conmigo era sinónimo de sacar número en la puerta de mi oficina. Terminaba una reunión y alentaba a que viniera el próximo con un pequeño cántico de “next!”. Era gracioso y parecía un juego. Hasta que dejó de serlo. Los impactos no sólo eran nocivos para mi salud y mi carrera (¿cuál es el verdadero rendimiento de una persona que trabaja 12 horas por día, a veces sin siquiera parar para almorzar?) sino también lo era para mis colaboradores que buscaban respuestas que no encontraban y veían su día a día también desaparecer entre reuniones y tareas pendientes. ¿Qué era lo que nos faltaba? ¿Qué era lo que no estaba funcionando? La clave es dejar de pensar y reaccionar según el hoy, y empezar a pensar y actuar en función de “mañana”. Tener una visión estratégica significa que pienses en lo que deseas mañana (mediano y largo plazo, de 2 a 5 años) y ver qué tienes que movilizar hoy para que ese futuro suceda. Esto se logra dejando sólo de “hacer” y empezando a “pensar”. Estos son los 5 errores de productividad más importantes que cometen los gerentes (¡y muchos otros profesionales también!) por olvidarse que además de “hacer”, deben tener tiempo y espacio para “pensar”:
Error n°1 - No organizar las tareas ni saber cómo optimizar tu tiempo. 
El error más básico es vivir en medio de reuniones, papeles, llamados telefónicos. No saber exactamente qué se hace cada día ni para qué. Ser reactivo, ser un arquero que ataja penales, ser un bombero que apaga incendios. De esas tareas hay muchas. La clave es qué haces cuando superas el incendio, atajas los penales y termina el partido. Si vuelves a foja cero y al día siguiente te comportas de la misma manera, vivirás tu vida con esta realidad. Si en cambio te paras a pensar qué podrás hacer distinto ahora para que la próxima vez que suceda algo como esto no te tome desprevenido, o bien te paras a pensar qué ha sucedido en el pasado para que hoy estés resolviendo de esta forma y cómo lo modificas para la próxima vez, estarás ejerciendo un pensamiento más estratégico y proactivo. 
 ¿Cómo resolverlo?  La clave es “parar” y “pensar”. Armar una planificación estratégica no lleva 2 horas. Pero tampoco la harás nunca si no empiezas por dedicarle esas 2 horas. Comienza organizando tus tareas de modo que puedas mejorar en el día a día, pero aún si hoy no tienes grandes resultados, de todas formas hazte un tiempo para parar y pensar. Puede ser un almuerzo extendido, puedes encerrarte en tu oficina y pedir que no te interrumpan o si puedes aléjate de la oficina. Al menos tómate 2 horas a la semana para parar y pensar. Haz una lista de las cosas que están sucediendo y que podrían haberse prevenido. Haz una lista de qué personas podrían ayudarte con una u otra situación. Empieza haciendo listas. A la semana siguiente trata de formar conclusiones, hacer algún breve análisis de causa raíz. Luego, podrás avanzar en tomar más acciones en cada situación. Pero por nada del mundo relegues este tiempo para pensar. Puedes hacer una excepción y pasar este “momento de reflexión” para la jornada siguiente porque algo terrible surgió. Pero si lo haces sistemáticamente, volverás al punto inicial y nunca encontrarás el tiempo para hacer una planificación estratégica y cambiar la situación actual.
Error n° 2 – Centralizar todas las decisiones, hasta las más simples y operativas
Para algunos gerentes o líderes es algo muy habitual al comienzo de su gestión, o en determinadas circunstancias críticas donde sienten que, si no lo hacen de esta manera, malos resultados o situaciones conflictivas van a suceder. No puedes asegurar que con tus decisiones tengas mejores resultados, ¿o sí? Pero si algo puedes asegurar, es que estás logrando que tus colaboradores sean altamente dependientes y no estás fomentando en ellos la autonomía. Tal vez crees que con esto le evitas la caída. Tal vez sientes que con esto los ayudas a no cometer errores. Lo que debes hacer es enseñarles a aprender de sus errores, a medir el impacto de sus decisiones. Puedes compartir tus técnicas o tu proceso de análisis para luego tomar la decisión. Pero no es sano para ninguna organización que la toma de decisiones esté muy centralizada.
¿Cómo resolverlo? Empieza de a poco. Haz una lista de las decisiones que tienes que tomar. Priorízalas. Toma el 10% de las decisiones menos prioritarias y delégalas: descentralízalas. Sin excusas. Por algo son las menos prioritarias. Empieza confiando y luego ve ajustando lo que necesites. Entrena y capacita a tus colaboradores. Dales tiempo de tu semana. ¿Tienes una agenda muy apretada? Uno por vez. Elige en quienes invertir tu tiempo, pero te aseguro que no es un gasto sino una inversión porque el día de mañana ellos estarán en mejores condiciones para tomar decisiones y hacer lo mismo con sus propios equipos y tú tendrás más tiempo para dedicarte a pensar y menos necesidad de “hacer” y resolver constantemente.
Error n° 3 - Resolver todos los conflictos y no dar lugar a que otros aprendan de enfrentarse a los problemas
Al igual que el error n°2, resolver todo o tomar todas las decisiones no le da espacio a nadie más para crecer y para aprender. Las personas a veces necesitamos llegar un nivel de conflicto o de problema para encontrar las soluciones creativas que no buscaríamos si estuviésemos en situaciones de calma habitual.
¿Cómo resolverlo? Dales espacio. Comparte tus experiencias, tu forma de resolver los problemas, pero déjales a tus colaboradores tomar decisiones, enfrentarse a los problemas, lidiar con ellos, aprender de la cotidianeidad de la presión y aprender de la interacción con otros actores que pueden estar sintiendo cosas diferentes, y que pueden perseguir objetivos diferentes. Déjalos que se equivoquen. Los mejores aprendizajes surgen del darse cuenta que una decisión propia no fue la correcta.
Error n° 4 - No armar una estructura de delegamiento acorde a las responsabilidades del puesto
¿Tienes un puesto muy importante con muchas responsabilidades y no tienes en quien delegar algunas tareas? Esto es algo que debes resolver cuanto antes, si no quieres que tu propia posición y tus logros anteriores se desvanezcan por una mala gestión actual. ¿No tienes en quien confiar? No tienes por qué hacer las cosas solo. En la era de las organizaciones, los equipos de trabajo obtienen mejores resultados que los individuos excepcionales. Esto se llama sinergia. El resultado de las partes (lo que aporta cada individuo) se multiplica por la interacción entre éstos y es capaz de obtener resultados mucho más sorprendentes. Así que la teoría de que tienes que ser un jefe excepcional, sólo aplica si tienes contigo a un equipo excepcional.
¿Cómo resolverlo? ¿No tienes un equipo? Fórmalo. Elige a cada individuo por su aporte individual y por lo que podrá hacer sumado al equipo. No elijas colaboradores excepcionales que no tienen buenas características de grupo porque terminarán aislados por ellos mismos o por los demás. O si crees que son piezas fundamentales, ayúdales a encajar en el grupo. Necesitas una estructura, un equipo para poder delegar tareas, iniciativas y hacer que tu área u organización crezca. Practica delegar tanto en individuos como en equipos. De esta forma también detectarás nuevos y potenciales futuros líderes.
Error n° 5 - Dejar la mejora continua para “un mejor escenario” y no implementar de inmediato
Bueno, esto resulta hasta natural y previsible con los cuatro puntos anteriores taladrándote el cerebro cada día. Difícilmente puedas ponerte a pensar en el futuro, en cómo mejorar la calidad del equipo, del área o hasta cómo introducir innovaciones, si lo más básico no está resuelto. Pero el problema es que en el mundo de hoy, si no estamos constantemente pensando cómo mejorar, cómo hacer las cosas más rápido, más eficientemente, con menor costo o con mayor valor, estás lentamente destrozando tu negocio, tu área o a tu equipo. Las personas vivimos bombardeadas constantemente de nueva tecnología, nuevas publicidades, nuevas formas de hacer las cosas. Es nuestro entorno mundial hoy, y eso nos hace sentir que vivimos en el vertiginoso mundo lleno de innovaciones y en constante movimiento. Si no sentimos lo mismo como clientes, como colaboradores de un equipo o como miembros de una organización, ¿cómo nos sentimos? Habitualmente: estancados. La búsqueda de innovaciones y de mejoras de calidad es uno de los pilares que mantienen “en movimiento” esa sensación personal de cada uno de “pertenezco” a un gran equipo que está a la vanguardia todo el tiempo.
¿Cómo resolverlo? La herramienta a aplicar es la misma “darse tiempo” y “delegar”. Puedes separar las tareas que tienes que cumplir regularmente entre “operativas” y “estratégicas”. Equilibra ambos grupos de tareas en tu planificación semanal. Pon un líder a la cabeza de ciertas iniciativas de calidad y dale autonomía para investigar, innovar y llevar adelante estas iniciativas. Que sea una persona con capacidad de liderazgo pero también alguien que se preocupe por la mejora continua de los procesos. Que dependa de ti sólo para apoyo político y para abrir determinadas puertas complejas en la organización, pero dale espacio para crear y aplicar. Implementa rápidamente innovaciones o mejoras y muéstralo al resto del equipo y de la organización. Que otros vean y se contagien y quieran colaborar también en estas iniciativas.
¿Cuáles de estos errores cometes a diario? ¿Con cuales de estas situaciones te sentiste identificado? 
 Autor: Gabriela Turiano - Colaboración: Prof. Silvia Ferrari

Protección al pensador



El columnista de adlatina.com hace un análisis sobre la falta de pensamiento que existe en todos los ámbitos de la vida cotidiana. “Hubo un tiempo en que el pensar era un rasgo de la identidad humana en todo el mundo civilizado”, sostiene Alberto Borrini.


Desde que escribo columnas, a mi juicio más parecidas a un ensayo que un artículo, me atrajo el significado metafórico de las noticias. Una muy reciente, titulada “El pensador, con protección vidriada”, explicaba que la famosa escultura de Auguste Rodin (uno de los tres originales que hay en el mundo) ubicada en la Plaza Lorea frente al Congreso Nacional, tuvo que ser protegida por un blindex después de haber sido objeto de reiterados ataques vandálicos.
En uno de los últimos atentados, proseguía la noticia, la escultura del más famoso y cotizado escultor francés fue íntegramente pintada de rojo y verde, además de ser objeto de inscripciones en su base, lo que llevó a las autoridades del gobierno de la ciudad a encarar una solución de fondo.
Hasta aquí la primera interpretación, lineal, pero el lamentable hecho se presta a una reflexión más amplia y profunda, porque hace rato que en nuestro país ya no se las escucha, cuando no se las critica, rechaza o insulta a las personas que siguen empeñadas en pensar. ¿Habrá que blindar también a quienes incurren en ese presunto delito intelectual, para evitar que se conviertan en otra especie en vías de extinción?
Hubo un tiempo en que el pensar era un rasgo de la identidad humana en todo el mundo civilizado. Fue Descartes quien dijo aquella frase que hizo historia: “Pienso, luego existo”. Sin meternos en honduras filosóficas, y dejando tranquilo al “Discurso del método”, la cédula de identidad sería  muy diferente en estos tiempos visuales “Salgo en las fotos, luego existo”, podría ser el sucedáneo.
Son las imágenes, no los pensamientos, los que ahora identifican a las personas. No hace mucho, escuché decir a un chico que había perdido en un certamen televisivo, justificar el esfuerzo realizado más o menos en estos términos: “No importa que no gané, porque por fin pude cumplir el sueño de salir por televisión”.
La publicidad, espejo fiel de la cambiante realidad, y no solo de los mercados, nos recuerda reiteradamente que el camino más rápido al supermercado es apelar a los sentidos. Y nos recuerda también que, en una época en que tanto cuenta entender “las razones de la razón”, la mayor garantía de efectividad puede residir en los sentidos.
Lo descubrió hace veinte años David Ratto, cuya fórmula doméstica era “Sentir para estar seguro”. En 1997, en uno de los capítulos de “La empresa transparente”, quise saber un poco más acerca de cuáles eran las fuentes de inspiración de un puñado de profesionales relevantes. Muy pocos mencionaron a los libros, muchos más el cine, debido a su influencia en el mundo de las imágenes. En realidad, no parecía interesarles mucho a los consultados el saber por qué hacen lo que hacen. Para Raúl López Rossi, uno de los que más habló, lo que hacemos es lo que llamo el Proceso Zelig, gracias a lo cual nos transformamos en audaces adolescentes, adustos ejecutivos y simpáticas señoritas con ruleros… Maravilloso, siempre que no te toque hacer una campaña de tampones”.
Pero ¿se puede dejar de pensar? Por el contrario, varios de los publicitarios más obsesivos que conozco parecen, como sus colegas periodistas, esos camiones que se emplean en las obras en construcción, que siguen mezclando materiales mientras circulan por la calle. Los comunicadores tampoco pueden dejar de “mezclar” ideas, sensaciones, ocurrencias mientras parecen ocupados en hacer otra cosa.
En publicidad pensar es investigar, conocer a fondo la empresa, el mercado, el producto y sobre todo el consumidor. Hacen falta muchas ideas para decidirse por un sentimiento, aunque siempre hay algunos genios que alardean de que están exentos de este trámite y que tienen éxito con lo primero que se les ocurre. Hagamos como que les creemos.
Fuente: Adlatina. com

20 de septiembre de 2013

Cuáles son las cinco actitudes que los empleados les reprochan a sus jefes



La presión por cumplir objetivos o la falta de recursos se están convirtiendo en excusas para relajar la buena gestión de los equipos, asegura un estudio.

Los jefes deben saber mantener la compostura hasta en los peores escenarios y, aunque también lleven la procesión por dentro, seguir trabajando para proporcionar a sus colaboradores un ambiente de trabajo que favorezca su desempeño.
Sin embargo, según un análisis de la consultora Setesca, los empleados detectan una relajación en las funciones y comportamientos de sus superiores. Entre ellos destacan: 
No cumplir los objetivos marcados. Algunos jefes tienden a relativizar o interpretar las metas marcadas desde la dirección. Esto provoca ineficiencias en la gestión y desinformación en los empleados que acaban desorientados sobre lo que deben hacer.
No innovar. Acomodarse y no buscar ni favorecer nuevas vías de hacer las cosas es uno de los comportamientos que más rechazan los empleados de un jefe. Esta quietud provoca la desmotivación de los que están a su cargo.
No comunicar. Los resultados que se pueden conseguir y los que ya se ha logrado deben transmitirse con celeridad.
No escuchar y ser soberbio. La prepotencia es difícil de perdonar. La prudencia, la educación y tener en consideración a los demás favorecen la implicación de los profesionales.
No tener determinación. Un jefe es un modelo a imitar y sólo se logra siendo coherente en sus acciones y en sus consecuencias.


Fuente: iProfesional.com

Ser un "clase media": definen cuánto hay que ganar y alertan por freno en movilidad ascendente

La nueva pirámide socioeconómica muestra datos reveladores. En primer lugar, ocho de cada diez argentinos se consideran parte del segmento. Sin embargo, muchos tienen ingresos por debajo del mínimo y otros se resisten a formar parte de la elite de millonarios. ¿Cuánto se debe ganar?

Una gran cantidad de argentinos levantaría enseguida la mano si se les preguntara en una reunión quiénes forman parte de la llamada"clase media". Es que, según dejan en claro las investigaciones -como la realizada por la Consultora W y Trial Panel- un impactante 80% de las personas se ven a sí mismas como pertenecientes a ese sector de la sociedad. 

Sin embargo, los analistas observan que puede haber una gran distancia entre la auto-percepción y la realidad. Es así que hay personas de bajos ingresos que no se reconocen a sí mismas como miembros de la clase baja. Y, de la misma forma, hay una minoría rica que rechaza formar parte de una "élite" de millonarios. Es por eso que los expertos distinguen entre lo que significa "ser de clase media" -desde el punto de vista de los ingresos- y componer un grupo que comparte valores que, históricamente, estuvieron emparentados con un sector de la sociedad que ha moldeado culturalmente al país.

El proceso que caracterizó a la última década, la de la administración kirchnerista, fue un acelerado ingreso a la "clase media real" de muchas personas que antes tenían problemas económicos pero pertenecían a la "clase media simbólica". Al punto que hoy, según Guillermo Oliveto, director de Consultora W, un 47% de la población se ubica en este estrato de la sociedad, algo que constituyó un fuerte logro tras una brusca caída. "La recesión del 99 al 2001 y la posterior explosión del 2002 llevaron a la Argentina al inédito nivel del 55% de las personas bajo la línea de la pobreza y al desempleo", señala el experto.
Por este motivo, si bien destaca la velocidad a la cual se produjo la consolidación de la clase media en los últimos años, también aclara que esa movilidad ascendente "se dio más como un proceso de recuperación que de nuevos ingresantes". Y es allí donde aparecen luces amarillas que indican que ese 47% ya no ofrece tantos motivos para festejar: los últimos indicios recogidos por los investigadores dan cuenta de una desaceleración en el crecimiento de la clase media, con serias perspectivas de estancamiento. 
Para un país como la Argentina, eso significa que hay todavía un 27% de la sociedad que se considera culturalmente de este segmento, pero cuyos ingresos no le permiten serlo realmente. Y, en paralelo, un 20% cuenta con pocas posibilidades de abandonar el estrato conformado por la clase baja. Algunos politólogos ya están tratando de vincular esta situación con la falta de apoyo al proyecto político kirchnerista, que está quedando evidenciado en la campaña electoral para las legislativas de octubre.

La clase media, en números
Una definición tan categórica por parte de los sectores medios exige saber con exactitud cuáles son los parámetros económicos para medir si, efectivamente, se es parte de este abarcativo segmento. De acuerdo con la pirámide social argentina elaborada en conjunto por Consultora W y Trial Panel, la composición del país es la siguiente:

Del gráfico aportado por Oliveto, se desprende que la clase media está integrada por, aproximadamente, un 40% menos de personas que dicen ser de este segmento. Por otro lado, un 30% de los argentinos componen la llamada "clase media típica" (C3), aquella que percibe un ingreso familiar mensual que va desde los $6.700 a los $12.000. Tomando este último número como piso ($12.000) y hasta los $33.000 se extiende la "clase media alta" (C2), a la cual pertenece un 17% de los argentinos. Otro de los datos que se desprende del estudio es que, a pesar de ser la clase media el segmento que genera mayor identificación, la cantidad de personas que lo integran es exactamente la misma que la que compone la clase baja (46%). 
Signos de estancamiento
Es indudable que, en los últimos diez años, los sectores medios protagonizaron un crecimiento sustancial, además de una consolidación, tras la salida de la crisis de 2001.Y no es para menos. El escenario en ese momento muy poco alentador. Así lo describe Oliveto: "La recesión de 1999 al 2001 y la posterior explosión del 2002 llevaron a la Argentina al inédito nivel del 55% de la población bajo la línea de la pobreza y al 25% de desempleo".
Tras la "década ganada", los números pueden conducir a un error: si bien fue notable el avance de la clase media, si se compara su situación actual con la de aquel contexto, el analista destaca que se podría hablar más de una "rehabilitación" que de un ingreso masivo de argentinos a los sectores que ocupan el centro de la pirámide.
En este punto, el experto destaca que "con la recuperación de la economía y del empleo, se retomó la movilidad ascendente, aunque más como un proceso de recuperación que de nuevos ingresantes". 

Por otra parte, con el avance del "modelo" K, el fortalecimiento de la clase media empieza a mostrar sus límites. Aun guiándose por los pronósticos oficialistas en relación con la economía, la movilidad social ascendente parece haber encontrado un techo. Así lo considera Oliveto quien, consultado por este medio, puntualiza que "este alentador proceso hoy ha perdido fuerza". Y agrega, además, que "es de esperar que si la economía crece a valores más moderados en los próximos años (3 o 4% promedio anual), la pirámide social futura se asemeje bastante a la actual". 
Siguiendo el razonamiento del analista, si se tiene en cuenta que la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, estimó que el repunte de la economía argentina este año será de entre el 4% y el 4,5%, el escenario no es muy optimista.
De esta manera, "se consolidaría una organización estructuralmente fragmentada y nos alejaría de ese ideal de una gran sociedad de clase media y con características de fuerte homogeneidad y cohesión, pasando a ser una nación que contiene a ‘varios países' dentro, y muy distintos entre sí", indica el titular de W consultora. 

¿Y la redistribución de la riqueza?
Una de las banderas que abrazó el kirchnerismo desde sus inicios fue la de la "redistribución de la riqueza". Y, si bien durante la década que el partido lleva en el Gobierno hubo una mejora en este sentido, los analistas destacan -que en lo que hace a la paridad económica- los salarios actuales muestran una similitud con el escenario de hace 20 años atrás. En este sentido, Oliveto hace referencia al coeficiente de Gini, un indicador internacional que mide la equidad en la distribución de los ingresos, siendo 0 el que representa la mayor equidad y 1 el de menor equidad.
Es por esto que el especialista resume: "A pesar de haber mejorado entre 2003 y 2011, este número es hoy prácticamente el mismo que en 1993 (0,43 puntos)". Curiosamente, en una sociedad que empieza a mostrar síntomas de una desigualdad que se acentúa, la percepción que los argentinos tienen del escenario es otra.
En palabras de Oliveto, "pese a la fragmentación social que se consolida, nos seguimos viendo a nosotros mismos como un país de clase media". 

Ser o no ser
Al analizar la percepción que los argentinos tienen sobre su situación económica, salta a la vista que casi una de cada dos personas se considera parte de la "clase media típica" cuando, en realidad, el número compuesto por quienes integran este segmento es de apenas una persona cada tres. Y este fenómeno se repite a la inversa: sólo un 3% se considera de clase alta cuando, en verdad, el segmento ABC1 está compuesto por más del doble (un 7%). 
¿Por qué tanto desde abajo de la pirámide como desde el segmento "top" se identifican más con los sectores medios? La explicación que da Oliveto de esta tendencia es clara. En muchos casos, dice, "por ingresos corresponde asignarles el título de ‘clase baja superior', pero una buena parte de ellos proviene de familias que históricamente fueron de este estrato, tienen una educación más que razonable y, fundamentalmente, poseen memoria de clase media". En el extremo opuesto, aquellos que se consideran "más abajo" del lugar que en realidad ocupan en la pirámide también tienen sus motivos para hacerlo. "Muchos ciudadanos que los demás tildarían de ‘ricos' se ven a sí mismos como de ‘clase media alta' ya sea por pudor, por no ser del todo conscientes de la distancia que los separa del resto o porque provienen de familias que alguna vez fueron clase media", destaca el consultor.

El caso argentino
Si bien es frecuente pensar que la identificación con el genérico "clase media" es un fenómeno que se replica en el resto del mundo, quienes analizan el tema destacan que Argentina es uno de los países de la región en que esta tendencia es más fuerte. Es que, señala Oliveto, "nos diferenciamos fuertemente de sociedades que históricamente han sido fragmentadas, como la brasileña, la peruana o la chilena y que recién en la última década han comenzado a consolidar un sector medio". De hecho, el predominio de este estrato en la percepción de los argentinos es algo que distingue al país del resto de la región. 
Así lo resume el experto: "En la Argentina actual, la clase media sostiene su vigencia como un elemento identificatorio central".

Fuente: www.iProfesional.com

Radiografía del consumidor "gasolero": 10 tips que definen a la clase media frente a las góndolas

Antes se hablaba de compradores compulsivos y oportunistas. Ahora se dice que los argentinos son "busca promos" pero también han modificado, en los últimos tiempos, algunas actitudes y preferencias a la hora de los gastos. ¿Qué opinan los expertos? Hasta que punto usted encuadra en este perfil.
Los argentinos se han convertido prácticamente en expertos a la hora de las compras. Leen etiquetas, eligen los envases que más les convienen, evitan tentarse y se fijan con qué plástico les viene mejor pagar para obtener más beneficios. Acostumbrados a ser víctimas de las fuertes subas de precios en el supermercado, los consumidores conocen muy bien cuál es la manera de adaptarse a un escenario en cual la cautela y la racionalidad son las claves para cuidar el bolsillo. Y más aún en un momento en que la inflación -de acuerdo con consultoras privadas y el índice del Congreso- ronda el 24 por ciento. Es en este contexto en el que "los consumidores no esperan los aumentos de precios ni se quedan quietos. Van en busca de oportunidades", explica Juan Manuel Primbas, country manager de la consultora epecializada en consumo Kantar Wordpanel. En este sentido, el experto puntualiza que los argentinos aprovechan: 

• Las "básicas", que son las que se asocian con productos que implican un menor desembolsoy están estimuladas por el uso de las promociones y rebajas.
 Las "de valor", como son los viajes de placer al exterior o la compra de automóviles, que son percibidos como una inversión. Así, la actitud "oportunista" se presenta como el resabio que quedó de dos años atrás cuando el consumo atravesaba un mejor momento que el actual, aclara el consultor Guillermo Oliveto, director de W consultora, y se lo caracterizaba como "oportunismo compulsivo" porque se adquirían productos que no siempre eran imprescindibles.
Pero los tiempos han cambiado y del viejo "binomio" sólo quedó vigente el término"oportunista", mientras que hoy la "compulsión" por las compras brilla por su ausencia. "Estamos viendo que el argentino sigue siendo un aprovechador de beneficios, que busca sacar el máximo rédito de los descuentos que se le ofrecen", destaca en diálogo con iProfesional Emiliano Schwartz de la consultora Tomadato. En tanto, para Ignacio Amodei quien es director de trade de la firma CCR: "La gente trata como puede, de defender su poder adquisitivo". Y esta intención se hace evidente en el supermercado donde el cuidado del peso se traduce en un comportamiento concreto. De esta manera, explica a iProfesional Adrián Kittner desde eConsultora, "la actitud en las góndolas se vuelve más racional". Y agrega que los argentinos "estudian los productos y se fijan cuánto contienen".
Diez señales
Esas son sólo algunas de las características que definen el perfil "gasolero" de los consumidores argentinos. Según los analistas, existen distintos "tips" que los "retratan" y en el consumo detectan una serie de comportamientos que dan cuenta de que la "actitud gasolera" está presente a la hora de recorrer las góndolas. Según los expertos, estos son algunos de los síntomas de qu en la actualidad, reina la cautela:
1. Prefieren los formatos de cercanía para no "tentarse"
Los almacenes de barrio y supermercados chinos son las opciones preferidas para no llevar nada de más en el carrito. Sucede que estos formatos cuentan con la ventaja de que ayudan a ahorrar tiempo y dinero. Estos espacios son ideales para realizar compras más restringidas y racionales ya que, como lo explica Amodei, "en los fomatos de cercanía los argentinos evitan algunas tentaciones". Sin embargo, en la dura batalla por ganarle a la competencia, las grandes cadenas de supermercados no quisieron quedarse atrás y supieron adaptarse a este escenario. De hecho, indica Amodei, en el último tiempo "crecieron mucho las bocas de cercanía impulsadas por los retailers". Es el caso de "Changomás" (la opción chica de Walmart), "Coto mini" (de la firma homónima) y "Carrefour Express" (uno de los formatos pequeños que ofrece la cadena).
2. Valoran y aprovechan las promociones
Ésta es una característica clásica de los "buscadores de oportunidades" que se vio acentuada en el último tiempo a partir de la intención de los argentinos de no abandonar sus gustos pero, a su vez, no gastar una fortuna. "Los consumidores no quieren perder su hábito y, por eso, aprovechan todas las ofertas que pueden", apunta Schwartz. En tanto, Adrián Kittner señala que "este comportamiento se profundizó en el último tiempo" para luego agregar que los beneficios más valorados por los consumidores son: • Los descuentos que algunos supermercados brindan en la segunda unidad, • Las promociones sobre los congelados que salen los fines de semana, • Las rebajas que ciertos retailers ofrecen para la compra de lácteos.
3. Cuantas más cuotas, mejor
El esquema de cuotas es un beneficio que, indudablemente, seduce a los argentinos. Y esto es así, aun cuando el costo de abonar en varios pagos sea igual a cero. En este sentido, Kittner remarca que actualmente "los supermercados suelen ofrecer hasta 3 cuotas sin interés y un promedio de 6 cobrando por ello".
4. Eligen envases que les permiten ahorrar
A pesar del impulso con el que se venían imponiendo los envases de tamaño "XS", muchos consumidores advierten que volvieron a las góndolas los olvidados paquetes de formato "familiar"La razón: los argentinos se cuidan más y, en algunas ocasiones, deciden desembolsar más dinero y llevarse un packaging más grande, en tanto represente un precio menor por unidad. De esta manera, sienten que "hacen negocio". En este punto, Kittner afirma que los consumidores "se llevan los que rinden más porque, en promedio, les sale más barato".
5. Se preguntan si lo que compran es indispensable y calculan gastos
Después de años de acostumbrarse a darse los gustos en el supermercado, las familias se han vuelto más racionales a la hora de tomar un producto y meterlo en el changuito. "Hoy son más selectivas en cuanto a la cantidad de mercadería que se llevan porque miden más los gastos del súper", destaca el ejecutivo de eConsultora. Inclusive, agrega, cada vez son más los que tratan de "ajustar" sus compras a una planificación previa: "La gente hace un estimativo de lo que va a gastar e intenta no alejarse mucho de ese número".
6. Ya no descartan las segundas marcas
Si bien todavía no se puede hablar de un paso generalizado a las segundas marcas, el rechazo a los productos que no son de firmas líderes va cediendo espacio frente al cuidado del bolsillo. Y esto se advierte particularmente en algunas categorías puntuales. Principalmente, "en productos enlatados, lácteos y artículos de perfumería", enumera Kittner.
7. Son menos fieles a una cadena en especial
Mientras que años atrás era habitual la fidelidad de los consumidores hacia una determinada cadena, en la actualidad, los argentinos alternan distintas opciones en sus compras según cuál sea la que les ofrezca un mayor beneficio cierto día de la semana. Al respecto, Amodei destaca que "la gente suele combinar entre distintos puntos de venta".
8. "Inspeccionan" las etiquetas
Los especialistas consultados por iProfesional aseguran que, en los últimos tiempos, los consumidores se volvieron "expertos" en analizar las etiquetas de los artículos. A pesar de que muchos advierten que las mismas están cada vez menos a la vista y, en ocasiones, sus datos son confusos, una vez que las encuentran, los compradores empiezan a "inspeccionar" puntillosamente la información que contienen para saber si realmente "les conviene" ese producto. "Ahora analizan en detalle la etiqueta antes de decidirse a comprar", señala Schwartz.
9. Miran más los precios "por kilo"
Una clara señal de la cautela es que los argentinos están más alerta frente a las posibles "trampitas" que las marcas puedan "tenderles" para tentarlos con productos más costosos. Por este motivo, apunta el ejecutivo de Tomadato, los consumidores "intentan evitar confundirse con el packaging". Y una de las mejores maneras de hacerlo es prestando atención no sólo al valor de cada artículo, sino también al precio por kilo, lo que les permite realizar una mejor comparaciónentre las opciones disponibles en las góndolas. Así lo confirma Kittner: "La gente se fija cada vez más cuál es el contenido de la mercadería y su valor por kilo".
10. Ya no adelantan consumo
Atrás quedaron aquellas épocas en las que, para ganarle a la inflación, los argentinos compraban de antemano todo aquello que podían. Hoy, en cambio, cuidan más el bolsillo y ya no es tan habitual ver los changuitos cargados demercadería pensada para ser consumida durante varios meses. Así lo explica Schwartz: "Ya no se compra tanto por anticipado por más de que la inflación siga siendo alta". En la misma línea, el consultor apunta que el "stockeo" deja de ser un hábito corriente, producto de que hoy los compradores prefieren llevarse lo justo y necesario.
Fuente: www.iprofesional.com