31 de marzo de 2016

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Lo dice Google: el uso de smartphones cambió los hábitos de consumo de los argentinos

A través de más cantidad de interacciones en línea, más breves y espontáneas, las personas llevan su vida cotidiana al ritmo de pequeños espacios de tiempo conectados a la Red. Cobran protagonismo aquellos instantes en los que los usuarios se conectan para buscar una respuesta

Resultado de imagen para celularesUn estudio difundido este jueves por Google Argentina revela cómo los argentinos cambiaron su comportamiento y hábitos de consumo a partir del uso de dispositivos móviles inteligentes, como "smartphones" y tabletas.
A través de más cantidad de interacciones en línea, más breves y espontáneas, las personas llevan su vida cotidiana al ritmo de "micromomentos" conectados a la Red.
En esta era de pequeños espacios de tiempo, cobran protagonismo todos aquellos instantes en los que los usuarios de Internet se conectan en forma espontánea para buscar una respuesta, aprender algo nuevo o tomar una decisión.

La Argentina es uno de los países más conectados de la región. Es el segundo mercado en penetración de Internet respecto de su población (66,8%) luego de Chile. 
Con 30 millones de personas conectadas, los celulares son uno de los factores clave para alcanzar niveles tan altos de penetración: ya hay 13.3 millones de usuarios de smartphones. 
Este acceso masivo a Internet se convirtió en una parte central de la vida de los argentinos y produjo importantes cambios tanto en la forma en la que se comportan los consumidores como en la manera que tienen las empresas y organizaciones -cualquiera sea su tamaño- de comunicarse con ellos.
Las personas chequean en promedio su celular más de 220 veces por día. Están cada vez más conectadas y más activas desde sus dispositivos móviles, con mayor libertad para acceder a entretenimiento y búsquedas. Esto también cambió la manera en que consumen información y realizan compras.

Estos micromomentos se convierten en grandes oportunidades para las empresas que tienen la posibilidad de estar presentes en los momentos que importan, con información relevante, en el momento y el lugar preciso.  Estos momentos pueden dividirse en 4 categorías, según la motivación de los usuarios: momentos "quiero saber", "quiero ir", "quiero hacer" y "quiero comprar". 
"Es el descubrimiento de los 'micromomentos', como los llamamos en Google, lo que está generando espacios de crecimiento para la industria de la publicidad online, pero sobre todo para las marcas, las pymes, y los pequeños comercios, que tienen la gran oportunidad de ser relevantes en la vida de los consumidores", afirmó Federico Procaccini, director general de Google Argentina.
El ejecutivo agregó en la presentación del estudio ante la prensa, donde estuvo iProfesional: "La lealtad a un consumidor es algo que se pelea en cada micromomento." 

El ejecutivo recordó que esta "revolución" empezó cuando Apple lanzó el iPhone, gracias al cual millones de personas se conectaron a Internet desde el móvil.
"Hoy el iPhone tiene 16 veces más velocidad en su RAM que el primer iPhone. Esto nos permite estar más conectados a la Red y con la información", dijo Procaccini, quien compartió algunos datos sobre la relevancia de las búsquedas móviles en la Argentina:

* Se realizan 351 búsquedas por segundo desde un dispositivo móvil-
* Un 68% de los usuarios de smartphones interactúa los primeros 15 minutos con celular despues de despertarse.
* En 2010, 45% de la población argentina estaba conectada a Internet, y apenas el 8% (unas 3 millones de personas) se conectaba desde un teléfono.
* En 2014, el 72% de la población (29 millones de personas) estaba conectada a la Red, y el 43% usa "smartphone" para interactuar con Internet (unas 13 millones de personas).
* El 80% de los teléfonos que hoy venden las cadenas de retail son smartphones.
* El 17% de la población se conecta sólo desde moviles con una pantalla de 4 pulgadas
* El 40% de las búsquedas en Google comienzan en dispositivos móviles.

Micromomentos. Estos lapsos pequeños de tiempo suceden cada día y a todas horas: el 60% de los usuarios declara acceder a Internet más veces que antes, pero en sesiones más cortas de tiempo.El 56% de los usuarios declara que sus acciones en Internet son más espontáneas que planeadas.
El 79% de los usuarios declara que su smartphone le permite realizar tareas cotidianas de manera diferente y en distintos lugares.
Muchos estímulos detonan las búsquedas en Internet, pero los más importantes son: actividad que está tratando de hacer (88%), un pensamiento que te viene a la cabeza (84%), una situación inesperada (83%) y tiempo libre (76%).
Momentos “Quiero saber” 95% de los internautas en la Argentina utiliza los smartphones para buscar información para conocer más sobre un tema particular, al menos una vez por semana, mientras que el 56% buscar más información sobre una conversación que estaban teniendo.
81% de los usuarios de teléfonos móviles inteligentes en la Argentina declara usar su celular al menos una vez por semana para conocer algún dato curioso.
Momentos “Quiero ir” Buscar direcciones y lugares en línea es una actividad común en el país:
El 65% de los argentinos conectados averigua direcciones para llegar a un lugar, al menos una vez por semana.
El 45% de los usuarios de celulares argentinos consulta información desde su teléfono para saber cómo llegar a un lugar o negocio al menos una vez por semana.
En la Argentina, el 75% de los usuarios conectados que buscan una dirección o un lugar puntual en Internet, lo hace desde buscadores.
En la Argentina, el 58% de los usuarios conectados que averiguan una dirección o un lugar puntual en Internet, lo hace desde aplicaciones.
Momentos “Quiero hacer” 90% de los usuarios argentinos declara que Internet los ayuda a accionar rápidamente para resolver las necesidades o inquietudes.
Para saber cómo llevar a cabo una tarea específica, las personas investigan en Internet: en la Argentina, el 80% de los usuarios de smartphones buscan en Internet al menos una vez por semana información que ayude a realizar alguna tarea.
El 66% de los usuarios de Internet prefiere el formato de videos cuando acude a Internet para poder realizar una actividad.
YouTube es el principal sitio de video en línea en la Argentina: el 64% de los usuarios prefiere ir a YouTube cuando quiere ver un video en línea para aprender a realizar una tarea. 
Momentos “Quiero comprar” El 70% de los usuarios conectados declara que la información que encuentran en los resultados de búsqueda influye en la decisión de compra.
El 70% busca información relacionada con algún producto que desea comprar, al menos una vez por semana.
El 57% mencionó que conoce nuevas marcas a través de buscadores en línea.
El 72% declara que la información que encuentra en Internet le ayuda a decidir si vale la pena pagar más por un producto.
El 50% de los usuarios de smartphones utilizó su teléfono para buscar y comparar precios estando dentro de una tienda.
El 56% declararon que sus compras fueron influenciadas por una búsqueda en la tienda.

Retos para empresas. Procaccini afirmó que "esta nueva realidad sin dudas impone una serie de desafíos para las marcas, que deben ofrecer una experiencia móvil de calidad a sus consumidores"-
Consultado por iProfesional sobre las empresas que tienen sus páginas web adaptadas para móviles, Procaccini admitió que no tienen datos, pero advirtió que el 70% de los visitantes de un sitio que no está diseñado para celulares o tabletas, se retira de la página.
Diseño metodológico del estudioTécnica: Estudio cuantitativo online, con un cuestionario de 10 minutos de duración aproximada.
Target: Hombres y mujeres de 16-55 años, NSE ABC1 hasta D, alcance geográfico nacional (principales ciudades de cada país). 
Usuarios de Internet que hayan realizado alguna búsqueda en la web en el último mes para resolver alguna necesidad puntual (hacer algo, comprar algo, saber más sobre algo).
Fuente: www.iprofesional.com

Consumidor argentino: de la segmentación socioeconómica a la segmentación por expectativas

segmentacion-argentinaEl consumo cambió el paradigma tradicional y hoy ocho de cada diez argentinos se sienten de clase media. Por eso cada vez importa menos la clase social y las nuevas segmentaciones se basan en el uso del producto o en la actitud de consumo para una categoría.


Enfundada en un delantal celeste, Dora dispara líquido multiuso sobre el piano y lo repasa con una franela. Limpia luego la mesa ratona de vidrio, la biblioteca y una cómoda hasta que la botella se vacía completamente. Entonces se sienta en la cocina a ver sus revistas. Sorprendida por la hora, comienza a preparar el té para su patrona. Busca y busca, pero, ante su desconcierto, no consigue encontrar la tetera inglesa que suele usar todas las tardes para la patrona. 
Beba Pujol camina por Belgrano. Profesionalmente maquillada, viste anteojos negros, pulseras y aros dorados, y una cartera de marca. Sin embargo, entra casi a escondidas al comercio. “¿Está atendida?”, le pregunta el señor detrás del mostrador. Beba levanta una elegante bolsa rosa, y confiesa: “Mire, una vecina, una viejita que se accidentó, se rompió la pierna y no puede venir. Me pidió que trajera esto. Es porcelana inglesa”, cuenta. El dueño de la casa de empeño pregunta si tiene el juego completo. Beba responde que no. “A lo sumo $ 12″, ofrece. La mujer levanta la tetera, la guarda y se va. Toma un taxi a su casa. “Quédese con el vuelto”, dice antes de bajar.

“¡¿Qué es esto?!”, se retuerce Beba cuando Dora le sirve el té directamente de la jarra de vidrio de la cafetera. “¿No vio la tetera?”, pregunta la empleada. Beba dice que se la llevó a un amigo coleccionista. “¿Sabe qué día es hoy?”, pregunta Dora, que aún no cobró el sueldo de marzo. Silencio. Enojada, la empleada de casa particular toma el changuito para ir al “chino” a comprar líquido multiuso. “Venga, venga que le doy 20 pesos; tengo por algún lado”, miente mientras revuelve decididamente su cartera. Nunca halla el billete.



La ficción anterior constituye un camino para descascarar la realidad. El miedo de Beba (Norma Aleandro en la película Cama adentro de 2004) es el de una mujer de clase media alta que, más allá de la falta de dinero, se asoma al precipicio del cambio de identidad que le impone la crisis de 2001. Mantiene su empleada, va a la peluquería y toma taxis, aunque no puede pagar nada de eso.
Beba es parte del gen más argentino: la clase media, o sea, el segmento social que se aglutina y distingue sobre la base de sus elecciones de consumo, que reúne a muchas personas pese a sus diferencias internas y cuyos principios comenzaron a tensionarse por los cambios en las tendencias del capitalismo global, las nuevas generaciones, el mundo digital y el surgimiento de otros valores.
Probablemente, el carácter más distintivo de la clase media sea que su retrato es neblinoso. Medida por ingresos, casi un 50% de los ciudadanos pertenecen a ese segmento. Sin embargo, ante la pregunta sobre la posición social en la que se perciben, más de un 80% de los argentinos decían sentirse de clase media en 2014, según una encuesta elaborada por las consultoras W y TrialPanel.

LA CLASE MEDIA TIENE BUENA FAMA.
Según los expertos, el segmento más popular busca imitar sus consumos con fines aspiracionales de movilidad social. En tanto, a diferencia de lo que ocurre en las culturas anglosajonas, la riqueza está mal vista en el país, dando un motivo a los segmentos más altos para consumir como la clase media también.
Esta brecha entre ingresos reales y autopercepción se convirtió en un desafío para las empresas, porque impacta de lleno en sus estrategias comerciales. Algo que, en buena formaexplica por qué Apple  lanzó una gama de teléfonos más económicos.
Si en el pasado las firmas sólo se hallaron con la clase media en la pirámide salarial, hoy deben -dicen los expertos- entenderla desde un punto de vista más amplio: definida con foco en sus modos de consumo como marcador de identidad y como un colectivo que es heterogéneo en su interior, pero que comparte una narrativa de pautas y valores -aún muy potentes en la Argentina- que habilitan una tensión entre estrategias de pertenencia y distinción.

Esa tensión se hizo visible luego de la crisis de 2001 y 2002. “Algunas de las reacciones de las personas era tratar de defender su posición en la clase media aferrándose a ciertos elementos icónicos”, recuerda Mary Teahan, directora de la Maestría en Marketing y Comunicación de la Universidad de San Andrés (Udesa). “No resignaban sus teléfonos celulares de último modelo, pero pasaban de abonados a prepagos. O si tenían que cambiar a los chicos de colegio, era de uno privado caro a otro menos caro, pero evitaban hasta último momento mandarlos al colegio público”, ejemplifica.
Los segmentos medios se debaten en otra novedad. En un mundo en que la estabilidad les dio paso al cambio permanente y a las nuevas generaciones, los clásicos valores ligados a la inmigración, el ascenso social por la vía meritocrática, la valoración de la educación, el esfuerzo y el trabajo empezaron a incorporar nuevos elementos, como la importancia de la realización personal, el placer y la experiencia, algo con lo que las empresas buscan conectar.

“Ese mundo de estabilidad y esfuerzo que marcó a la clase media en la primera mitad del siglo XX y que aún es fuerte, comenzó a cambiar con un capitalismo más global y un nuevo mercado de trabajo”, describe Cecilia Arizaga, directora de la carrera de Sociología de la UCES. “Esos cambios se expanden a toda la vida. Aparecen allí el cambio constante, el individuo, el hedonismo y el placer en su máximo esplendor”, explica la especialista. De acuerdo con la socióloga, la incertidumbre del mundo actual implica que a las clásicas estrategias de distinción y pertenencia -que marcan los difusos límites entre las clases- se sumen las de permanencia.
“Se abren dudas a futuro”, concuerda Patricia Vargas, doctora en Antropología Social y una de las compiladoras del libro Clases medias. “Una alude a cómo se resolverán las tensiones derivadas de los imperativos asociados al sacrificio y la reproducción de estructuras conservadoras, a la hora de confrontarlos con decisiones asociadas a un estilo de vida que intenta priorizar el confort y la realización personal”.

LA CLASE MEDIA TIENE HISTORIA.
Desde 1869, cuando representaba al 10% de la población (se incluye a la clase alta) no dejó de crecer hasta 1974, cuando el 75% de los ciudadanos argentinos pertenecían a ese segmento, según la consultora W. La última dictadura militar generó un significativo retroceso que llevó en 1985 a que sólo un 45% tuviera esa pertenencia medida por ingresos, cifra que con altibajos se mantuvo hasta mediados de los 90. Desde 2002 (30%) hasta 2012 (54%), la clase media fue en claro ascenso, aunque nunca logró alcanzar los altos niveles que mostró durante los 70. Incluso el porcentaje comenzó a desmejorar en los últimos dos años.

Los datos de la Cepal coinciden con los de la consultora W y TrialPanel, pero con un ingrediente regional. En un ranking de sentimiento de pertenencia a la clase media entre 18 países de América latina, la Argentina queda como clara puntera. Según esos números, un 86% de los consultados se percibe en ese segmento social. Luego aparecen Uruguay, con 82%; Bolivia, 81%, y Costa Rica, con 79%. Entre los más rezagados aparecen Nicaragua, con 46%; Honduras, 51%, y El Salvador, con 55%.
Las compañías comenzaron a tomar nota. “En las empresas y el marketing, cada vez importa menos la clase social. Las nuevas segmentaciones se basan en el uso del producto o en la actitud de consumo para una categoría”, afirma Fernando Zerboni, profesor de la Escuela de Administración y Negocios de Udesa. “No es raro ver a las clases con menos recursos comprando productos de primeras marcas o más caros, por lo que la segmentación socioeconómica está en desuso”, cierra.
“Hoy aparece una nueva segmentación basada en expectativas de experiencias”, reconfirma Raúl Amigo, especialista en experiencias de clientes. “Esto significa que se puede tener gente de distintas clases sociales conviviendo en un mismo segmento sólo porque esperan vivir el mismo tipo de experiencias”.
Amigo afirma que existen cinco contextos en los que deben indagarse las experiencias de los clientes: el conversacional, de compra, de uso, íntimos y digitales.
“Los millennials tienen tanto poder y son tan influyentes que ahora se empiezan a notar comportamientos de millennials en segmentos más viejos”, cuenta. Según sus datos, un 70% de su vida pasa por dispositivos digitales.

Arizaga, cuya tesis doctoral se basa en el estudio del consumo de los sectores medios profesionales porteños, apunta que una de las nuevas características que aparecen en la clase media es “el cultivo de la sensibilidad en base al consumo”.
“En la actualidad, aparece toda una cuestión emocional ligada al consumo, casi una psicologización de lo doméstico”, describe la socióloga. En ese sentido, lo que está de moda es, por ejemplo, el uso del “mueble del abuelo” como algo cool.
“Por eso las empresas venden hoy experiencias que buscan conectar con lo emocional. Pero, para poder disfrutarlas, se debe contar con un capital cultural que sirve para leer esos productos. Este capital funciona como una nueva estrategia de distinción de la clase media”, explica.

Parece que para pertenecer a la clase media no hay que comprar sólo pensando en el bolsillo. Hay que tener en cuenta al corazón.
Fuente: Francisco Jueguen para La NAción y brandreportblog.com

Las claves del marketing de contenidos y su viralización


content-marketing
No tenemos tiempo para ver publicidad, pero siempre encontramos unos minutos para una historia que nos conmueva o un dato que nos interese. Y esa es la gran oportunidad para las marcas.

Algunos reportes sobre el crecimiento de la información disponible online afirman que estaríamos alcanzando el primer Zettabyte de datos (sí, otro nuevo nombre de bytes para sumar a la lista… y de seguro no será el último). Esto es algo así como 75 billones de iPads de 16GB cada uno. Demasiado, ¿no? 
Y si hablamos de saturación publicitaria la historia es la misma y es conocida por todos. Publicidades en todos lados, a cada instante, en cada micro-momento (la nueva palabra de moda): recibimos más de 3500 estímulos publicitarios por día, desde el loguito de Apple al abrir tu macbook, hasta el comercial de Carlitos Tevez combatiendo a Pachorra (a propósito: un spot simple pero divertido).

Por esta razón, desde hace algunos años venimos hablando del surgimiento del Marketing de Contenidos -o Content Marketing. Algo así como “camuflar” la publicidad dentro de un contenido que despierte el interés de nuestra audiencia, sin marca visible a priori, pero con un mensaje que, al menos de forma indirecta, habla de un producto, servicio o compañía, o incluso, de una categoría.
Podemos afirmar que muchas veces no tenemos 30 segundos para ver un comercial y clickeamos “skip” o “saltear” tan rápido como podemos, pero sin embargo, sí tenemos 30 minutos para escuchar una historia que nos atrape, que nos emocione o nos enseñe. La gente ya no quiere comprar un producto, sino una experiencia emocional, algo que nos despierte y nos motive a vivir más plenamente.

El marketing de contenidos se convierte así en una pieza publicitaria que no tiene que ver con las percepciones tradicionales de publicidad: puede ser un documental, un evento, un libro, un juego online, una aplicación, un sitio web donde podés encontrar información valiosa, un video en YouTube enseñándome algo, un informe de research, o un artículo de perfil periodístico (como este).
A partir de la evolución declinante en la tasa de clicks (CTRs) de los banners display, o en la creciente desconfianza en la publicidad masiva (igual aquí vale hacer un comentario: siempre descreímos de la publicidad masiva, y ello no ha quitado que haya sido muy efectiva para hacernos comprar tantas cosas que no necesitamos, sino que simplemente deseamos), el Marketing de Contenidos crece a triple dígito en el mix de marketing de las empresas, especialmente aquellas enfocadas en segmentos B2B o B2B2C, aunque se nota un auge persistente también en el B2C. En realidad, todos le están buscando la vuelta. “Marketing de Contenidos” y “Big Data” son los términos “calientes” en el mundo del marketing de la actualidad.

ALGO A CAMBIO DE MI ATENCIÓN
Desde el inicio de la publicidad, fuimos comprendiendo que si queremos que nuestros destinatarios presten atención (paso necesario en cualquier proceso persuasivo), debemos hacer alguna de estas tres cosas:

-Entretener: nuestra cultura hedonista busca placer y evita el dolor. No me vendas, divertime, entreteneme. Haceme sentir bien, y a cambio, te podré dar 30’’ o más de mi atención. Si me vas a hablar de lo lindo que sos, de cuán bien funciona tu productoo de cuantas sucursales tiene tu marca, más vale que lo hagas de una forma que me saque de mi aburrimiento.

-Emocionar: desde chicos nos gustan las historias y nos emocionan los relatos dramáticos, felices, tristes, aleccionadores. Cuando un comercial o una acción de contenidos me emociona, tendrá más chances de persuadirme sobre tal o cual conducta, o sobre cómo percibo una marca o una compañía.

-Informar: si no me vas a divertir ni emocionar, ¡más te vale que me des algo útil! Dame “la posta” que va a cambiar mi día, aquello que me hará la vida más fácil o con lo que ahorraré dinero o tendré posibilidades de crecer en lo individual o profesional.

El objetivo como siempre, es darle al público lo que quiere, y para estos fines, el marketer actual debe enfocarse en Entretener, Educar, Motivar y Convencer. [ver chart debajo].



Y en la actualidad, cuando pensamos en Marketing de Contenidos pensamos en Redes Sociales y en la posibilidad de Viralización de nuestras acciones. Así se nos vienen a la cabeza algunas marcas emblemáticas en esta práctica: Red Bull y la caída libre de Baumgartner desde la estratósfera para convertirse en el primer hombre en quebrar la barrera del sonido con su cuerpo, siendo el evento en vivo más seguido de la historia de internet hasta entonces; o Caterpillar y la viralización de su video en YouTube de dos grúas jugando a un Jenga gigantesco con cubos de madera de varias toneladas; o las licuadoras “BlendTec” y sus hiper-viralizados videos en YouTube donde hacen trizas en sus licuadoras desde un iPhone hasta una pelota de golf, y decenas de productos más.

Además, tenemos que considerar al Product Placement (o publicidad inserta de forma orgánica y natural en una película o un programa de TV… por favor no confundir con los “chivos” o “PNTs” que no son otra cosa que una consecuencia del magro mercado publicitario argentino). Recordemos si no la famosa película “Náufrago” con Tom Hanks, donde el protagonista era empleado de FEDEX (Hanks entrega el paquete sin importar que ello fuera varios años después) y le hablaba a una pelota llamada “Wilson” (obviamente, de marca Wilson); o “Forrest Gump” y el primer plano a las zapatillas Nike cuando Forrest decide recorrer a pie los Estados Unidos; o Apple y sus reconocidas notebooks MacBooks, presentes en la gran mayoría de las películas de onda canchera y orientadas a un público joven.

UNA BUENA IDEA SE CONTAGIA
Como vemos, el Marketing de Contenidos no es algo nuevo, pero gracias a Internet su práctica está tomando velocidad. En su libro “Contagious” (uno de los mejores que he leído durante este año), Jonah Berger, profesor universitario de Standford, propone las 6 variables que potencian la viralización de nuestros contenidos de marca. Su método tiene un acronismo fácil de recordar:STEPPS (la doble pp es intencional), y se resume así:
S=Social Currency: cuanto mejor me haga ver ante los demás un contenido, más lo compartiremos con otros.
T=Triggers: cuanto más asociado a disparadores (triggers) que tengan una alta frecuencia de repetición o que demuestren ser conceptos ya instalados, más se hablará de mi producto (o más se consumirá).
E=Emotion: como decíamos más arriba, cuánto más emociona algo, más lo difundiremos entre amigos y conocidos. Nota: Berger hace una salvedad importante: compartimos las emociones que nos excitan y energizan (High Arousal), y no aquellas que nos hacen “bajar un cambio”, como la tristeza o la contemplación (Low Arousal).
P=Public: como dice el refrán: “el mono hace, lo que el mono ve”, y los seres humanos solemos actuar por imitación a otros. Cuánto más awareness tenga algo, cuánto más visible sean tus contenidos, más se viralizarán (por esta razón en NSB creemos que la publicidad tiene larga vida por delante, al menos como medio para potenciar la difusión inicial de contenidos de marca -algo así como para “avivar el fuego”).
P=Practical Value: los contenidos informativos que nos brindan valor práctico se comparten porque queremos hacerles un bien a nuestros amigos y conocidos. ¿Una buena oferta? La compartimos. Un tutorial para arreglar algo complejo, también.
S=Stories: al final de cuentas, las buenas historias ganan. Pero, a tener en cuenta: la marca debe ser parte integral de la historia. Si una historia puede contarse sin hacer referencia a la marca, no será efectiva en términos de marketing.

En una industria en constante evolución, podemos afirmar que el Marketing de Contenidos llegó para quedarse. Y esta práctica impone un desafío tanto a agencias como a anunciantes. El modelo de negocio tradicional está siendo transformado vertiginosamente y es necesario el dominio de estas nuevas herramientas. Ser una empresa de Marketing de Contenidos impone una conducta diaria, muy diferente a las campañas semestrales o puntuales que solíamos planificar y ejecutar antes de la irrupción digital. Es algo de todos los días. Y como siempre decimos, generar contenidos de calidad, que cumplan con la regla STEPPS, puede sonar fácil, pero es complejo, requiere de talento y de un equipo altamente profesional. Y eso… no siempre es lo más barato que puedas comprar.
Fuente: Federico Soto Roland para brandreportblog.com

¿A quién no puede ignorar el Marketing?

Todos dicen que es importante escucharlos pero pocos les prestan atención. Los CM y Marketers no pueden seguir dejándolos de lado. ¿Quiénes son los rezagados en las redes sociales?

Los departamentos de marketing y de community management alrededor del mundo comparten el mismo problema. Dicen que sus clientes tienen cosas importantes para decir, pero que no los escuchan. Específicamente, de acuerdo a un reporte de este año de la empresa Saleforce (una de las más grandes de manejo de relaciones con clientes), el 89% de los marketers afirma creer que prestar atención a la conversación en redes sociales es importante pero sólo un 37% confirma haber prestado atención efectivamente a esas redes sociales.

Gracias a los avances en aplicaciones y software de los últimos tiempos, el relevo de la actividad en redes sociales no debería ser un obstáculo sino una oportunidad para conectar con la audiencia, generar valor, mejorar la marca y competir con otras compañias. Los clientes ponteciales son un primer caso de ejemplo. No es ningún secreto que los medios sociales ayudan a encontrar potenciales clientes, es tan sencillo como buscar el nombre de la empresa y ver qué dice la gente al respecto. Pero no hay porque detenerse ahí. También podemos buscar qué problemas tienen los usuarios y cómo los expresan en las redes. Sobre todo si podemos resolverlos con nuestros servicios.

Cada vez que vemos que alguien sale a comer o se compra un nuevo producto y sube una selfie a todos las redes sociales, los marketers debieran ver una oportunidad de diagnóstico. Nuestros consumidores actualesya no pierden tiempo enviando una queja formal a la compañía sino que muy posiblemente descarguen su ira en las redes sociales. El departamento de marketing astuto sabe encontrar y tomar nota de esto. La contra cara de los clientes son nuestros competidores y su importancia no puede ser desestimada. Hay que conocer al enemigo para poder combatirlo. Ver cómo funcionan en las redes sociales es una excelente manera de aprender y mejorar lo que hacen mejor que nosotros.

Pero no todos los consumidores nacen iguales. Los influenciadores son la elite de los consumidores. Son de suma importancia si entramos a un nuevo mercado o somos una empresa joven. Los influenciadores son personalidades reconocidas en la web, en la vida real o en ambas a la vez. Se trata de bloggers, twitteros, celebridades de instagram, etcétera. Son importantes porque pueden empujar el alcance de la marca mucho más de lo que nosotros soñamos poder hacer por nosotros mismos. Además, generan confianza y lealtad en un producto o servicio. Por último, los empleados son el último grupo que no hay que olvidar. Hoy en día, cada trabajador es un vocero a tiempo completo de la empresa. ¿Qué pensará el público si ve que la gente misma que trabaja en la empresa se vive quejando por Facebook? Razón más que suficiente para tener empleados felices y capitalizar eso como un valor agregado de la marca.
Fuente: Mercado.com.ar

Lo que hay que hacer para ser exitoso

Las personas más exitosas son las que no le huyen a los desafios y no comprometen sus principios.
Todos tenemos malos días. Días en los que queremos volver a la cama a las 9 AM o que pensamos en cambiar drásticamente el curso de nuestras carreras. Las personas exitosas tratan de escaparle a estas sensaciones: trabajan, todos los días, dando 100%. ¿Cómo es la vida de ese 1%?
No se quedan enganchados con el pasado
Todos tenemos una mochila. En otros trabajos nos equivocamos y aprendimos. De eso se trata. Cuando algo sale mal, conviene mirar el vaso medio lleno y convertirlo en una verdadera oportunidad de crecimiento.
No hay chismes que valgan
Es difícil de resistir, el chisme oficinesco. Pero la verdad es que llevar rumores de acá para allá es una mala política. Y hay que recordar que probablemente la persona chismosa lo sea también con información personal nuestra. Y eso puede ser más peligroso. Hablar abiertamente es una mejor política.
Nunca dicen que "Sí" cuando quieren decir que "no"
Tener el "Sí" fácil puede resultar agotador. Principalmente, porque después las situaciones se complican y el "No" termina apareciendo. Es mejor decir la verdad al principio que sufrirla después por mucho tiempo.
Son puntuales
En estos tiempos veloces es difícil mantenerse ajustado a una agenda. Pero llegar tarde, hacer esperar a la gente, hace que otros resientan el tiempo perdido. No hagas perder el tiempo a los demás.
Fuente: Mercado.com.ar

Cómo tener una landing page perfecta

Las landing page sirven como base de operaciones para una marca o un producto. Pero no es fácil tener una efectiva. Hay que utilizar elementos visuales fuertes, cuidar el diseño y ser claros con las llamadas a la acción.

Una landing page es una página de aterrizaje, literalmente, una web creada para convertir visitantes en leads. Las marcas importantes tienen presencia en muchos espacios, virtuales y reales, pero intentan juntar a sus clientes y consumidores en un sólo lugar para poder maximizar la eficacia de la comunicación y el marketing. Una landing page es el centro de operaciones de una marca, y ahí radica su importancia y lo vital que es tener una que sea eficiente. ¿Cómo se logra esto?

Una página para conquistarlos a todos
El secreto de las landing page es que sea sólo una web en la que el usuario encuentre toda la información necesaria de una forma clara y directa. Hay que dejar atrás la idea de crear algo complejo, con enlaces y diferentes apartados; para eso ya existen las webs.

Diseño, diseño, diseño
El diseño es uno de los aspectos más importantes de una landing page efectiva. Esto es así porque el diseño es lo que acompaña y guía al usuario cuando la recorre, y si no logra guiarlo correctamente no va a poder llegar a donde queremos que llegue. Además, si falla en este paso quizás no vuelva a buscar a la marca. Ante todo, evitar el desorden. Hay que invertir tiempo en pensar cómo queremos que sea la landing page, y crear bocetos que nos puedan ayudar a definirla al máximo antes de empezar a programarla. Utilizar sólo una o dos tipografías para no recargar demasiado la página, y asegúrarse de que sean bien legibles. De nada servirá elegir fuentes que nadie consiga leer. Una imagen fuerte, fácil de encontrar en la página, puede ayudar en el aspecto visual.

Una buena presentación
Utilizar un título claro y conciso, en la cabecera de la landing para que consiga atraer la atención del usuario puede ser la diferencia entre un nuevo cliente o una simple nueva visita de diez segundos a la web. Es muy probable que el título sea lo primero que vea el usuario al entrar en la página, por lo que es esencial que capte su atención y lo invite a seguir investigando.

Presentar el producto o servicio
A pesar de todo, las landing page son una forma más de presentar el producto o servicio que comercializamos así que esto tiene que seguir siendo lo más importante. Tiene que haber una buena imagen del producto, como dijimos antes, pero el texto también es importante porque es la forma en la que comunicamos porque al visitante le conviene adquirir el producto en cuestión.

Llamados a la acción claros y concisos
Los botones de llamada a la acción tienen que ser claros y visibles. Estos van a ser la vía a través de la que el usuario realizara la acción que estamos buscando (comprar, pedir más información, reservar, etc). Se llama "botones de acción" a cualquier espacio de la web que permita al usuario interactuar de alguna manera con la marca o el producto.

Agregar extras
Siempre que se pueda conviene agregar información extra a la página. Incluir los testimonios de usuarios que ya ha utilizado tu producto o servicio es una excelente idea, por ejemplo. Los comentarios de los usuarios tienen mucha importancia al día de hoy en las transacciones que se realizan en Internet. Al incluir críticas buenas, dará un clima de confianza y predisposición al uso del producto a otros usuarios.
Fuente: Mercado.com.ar