26 de mayo de 2017

Anglomanía 2: Cómo sentirse turista en el propio país

El columnista de Adlatina se lamenta del uso de la lengua extranjera en el periodismo y la publicidad. "Convengo con que el poder de síntesis del idioma de Shakespeare es una tentación irreprimible para los creativos. Que no es lo mismo decir la 'Semana del Malbec' que 'Malbec Week'", advierte.

Por momentos, la publicidad y el periodismo, las dos grandes vertientes de la comunicación, nos hacen sentir como turistas en nuestro propio país. Este sarampión anglomaníaco, en publicidad, me sonaba como un eco de otras décadas y otros destapes idiomático. ¿Cuál?
Hurgué en mi archivo y encontré uno de los pocos ejemplares que deben quedar del GranDiccionanglo de Advertising y Marketing, ideado y editado en 1995 por dos amigos, Eugenio Arizmendi, uno de los fundadores y directivos de la agencia Diálogo, y el dibujante Kalondi (apodo artístico de Héctor Compaired) compañero de la época de la revista Primera Plana, con la colaboración de Lilian Goligorsky, periodista, escritora y publicitaria con actuación en varias agencias de primera línea.

Desde la portada, un monigote de Kalondi denunciaba su carácter humorístico e irónico: “Este headline tiene hook”. Me tocó escribir el prólogo, en el que me pareció prudente no cambiar el tono burlón del texto del texto, que prometía, en su introducción, más de 270 definiciones claras y didácticas, y una Guía Fonética “que le permitirá pronunciar como si hubiera gateado de chiquito por la Big Apple”.
Bueno, después de comprobar que la publicidad y el marketing, como otras actividades, en nuestro país son como una calesita en que todo da vueltas y vuelve a aparecer, sólo que vestido de nuevo, convengo con que el poder de síntesis del idioma de Shakespeare es una tentación irreprimible para los creativos. Que no es lo mismo decir la “Semana del Malbec” que “Malbec Week” o “Venta extrema” que “Hot Sale Week”. 

Y que queda, además, más paquete señalar el camino de un famoso desodorante completando la marca con la frase “Find your magic”. Que remite, como diría Bernard Shaw, a la “lucha de sexos”. Y me felicito que hayamos progresado en este aspecto, porque si por un lado la publicidad de antes recomendaba conquistar a la chica a bordo de un soberbio coche sport, y hoy el asunto se arregla con un modesto y práctico producto corporal.
Pero acabo de dar un rodeo anecdótico, porque lo que realmente me preocupa es el estado actual de un idioma, el propio, que puede estar muy manoseado, depreciado o aplastado en textos de unos pocos caracteres, y para colmo sin el hábito de reposición que en una época representaba la lectura, pero que lamentablemente todavía es el único que nos queda.

No acabamos de darnos cuenta que las palabras, para no aventurarnos mucho más allá de la comunicación cotidiana, siguen teniendo tanto peso, o más, según los observadores más prolijos, incluso en el poderoso medio audiovisual, que las sobrevaloradas imágenes. Fíjese que lo que más perdura, después de 4 o 5 horas diarias frente al televisor, son las frases, que en el revoltijo de la pantalla e incluso de los medios que funcionan bajo su influjo, son lo que más nos siguen, astutamente, hasta la hora de consumir o incluso de votar.

El gran escenario de los productos y también de los políticos, que cada vez se parecen más entre sí, son los medios, que han terminado con los partidos. Fenómeno patente desde que un sabio dijo, varias décadas atrás, que en los Estados Unidos ya no había dos partidos, sino tres cadenas de emisoras que imponen su algoritmo: cuenta más cómo se dice que lo que se dice, privilegiando al candidato carismático y predigerido antes que al inocente que sigue, porfiado, en terciar con pergaminos, difíciles de encerrar en una frase o una imagen, pero que teóricamente garantizarían un buen gobierno. Así terminamos por pedir, irracionalmente “que se vayan todos” (cuando deberían quedarse todos para rendir cuentas), en español o en inglés.
Fuente: Adlatina.com

La generación Z odia a sus avisos, pero ama a sus videos

Los consumidores de hoy hacen casi todo para evitar un aviso digital –hacia 2018, el 30% de los usuarios de Internet bloqueará los avisos-, y, en general, los desafíos que hoy enfrenta la industria provienen sobre todo de las malas experiencias del usuario.

La publicidad display está fundida porque la industria de la publicidad se focaliza demasiado en sus propios ingresos, y no en la mala experiencia de usuario que está creando.
Aunque hay una cantidad de formatos publicitarios que las marcas y editores están usando para desplazarse, no ha habido suficiente innovación en el display en sí mismo. Considere el hecho de que el primer banner creado allá en 1994 no parece tan diferente de algunos de los avisos que vemos hoy.

Los consumidores actuales harán casi todo para evitar un aviso digital (el 30% de los usuarios de Internet bloquearán los avisos hacia 2018). Los desafíos que enfrenta hoy la industria (clicks fraudulentos, visibilidad, ad-blockers y gente que no cliquea avisos) tienen todos su origen en terribles experiencias del usuario.
Por eso tiene sentido que el 69% de los GenZ ya evite los avisos. Ellos son una generación de video, pero los anunciantes continúan empujando avisos hacia ellos por la vía de medios sin videos y no-interactivos. Los avisos de Snapchat son algunos de los mejores porque se ajustan al medio al que se vinculan los usuarios finales: videos verticales que son adecuados para que se los mire en un smartphone. Créanme: los avisos de display normal estarán muertos en tres años.

Una esperanza para el display
¿Cómo resolver la muerte del display y la aversión por los avisos? Creando una mejor experiencia para el usuario final, y empezando a hacer esto con el medio de video que ellos utilizan.
De hecho, la industria ha venido volcándose al video, y la velocidad de ese vuelco está creciendo. Facebook ha sido rápida para producir formatos publicitarios para el video: esos avisos aparecen en Snapchat e Instagram. Y Twitter se asoció con Bloomberg Media en un streaming de 24 horas por día.

El video fortalece completamente la experiencia final del consumidor con un aviso. Por ejemplo, AOL halló que los avisos de video de mobile son cinco veces más vinculantes que los avisos estándar de banners. Su tecnología y negocios verticales producen un vínculo 800% veces más alto.
El video es un formato versátil, vinculante y compartible, tres factores clave que cualquier aviso necesita para penetrar en un paisaje digital saturado.
No sólo puede el video entregar velozmente un mensaje en un modo vinculante; la gente comparte los videos bien hechos con otras personas. Ninguno comparte una unidad de aviso de display con sus amigos.

El display estático se convertirá en una de esas reliquias de las que se reirán nuestros hijos porque, finalmente, el video ocupará su merecido lugar como el rey de la publicidad. La industria necesita abrazar esta noción, y focalizarse en mejores experiencias de usuarios a través del video (nuevos formatos, mejores prácticas en la longitud, contenido y seguridad de marca).
Si la “generación Snapchat” es un barómetro de lo que serán las expectativas de los consumidores del futuro, la experiencia necesita derrotar a la insensata monetización. Ya es tiempo de que todos los anunciantes –y las compañías de ad tech en que ellos descansan- asuman ese cambio.
Fuente: Adlatina.com extraído de Advertising Age

25 de mayo de 2017

El poder del after office: qué debe tener un evento para construir mejores equipos de trabajo

Desde PwC Argentina detallan los cinco "ingredientes" que diferencian a los acontecimientos corporativos que aportan al clima en la oficina.


Es una verdad, pacíficamente aceptada por todos, que el tiempo fuera de la oficina, facilita la construcción de equipo.
En razón de ello, desde el after office, hasta la fiesta de fin de año, pasando por eventos sociales de todo tipo, van ocupando cada vez más espacio dentro del calendario empresarial.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que no todos estos eventos van a ser útiles a los efectos de fortalecer o integrar a los equipos de trabajo.
Es importante entender entonces qué diferencia a aquellos que construyen de los que no. O mejor aún, qué deben incluir para que resulten efectivos.
Consideramos que la clave de cualquier encuentro extra laboral exitoso es la inclusión de al menos uno de los siguientes elementos, todos ellos relacionados entre sí:
- intimidad
- complicidad
- ridículo
- creación
- gratitud

Es sabido pues, que estos elementos pueden estar presentes dentro de la jornada laboral. No obstante ello, los momentos fuera de la oficina son aquellos más propicios para llevarlos a un siguiente nivel.
La intimidad por ejemplo, aunque no imposible, es difícil lograr dentro del ambiente laboral. Máxime en grandes compañías donde lograr un tiempo a solas es prácticamente una odisea.
Pero, ¿cuál es el beneficio de la intimidad? En un grupo de trabajo, es un momento donde se distancia del "resto", donde ese grupo se comporta como unidad.
Esa mera separación dota de identidad. Ese mero acuerdo de voluntades de estar a solas además da lugar a hablar distinto y escucharse mejor.

Algo similar sucede con la complicidad, ese sentimiento de ser parte de un reducido grupo que posee un conocimiento o fueron parte de una experiencia pasada que el resto no, y que por ser parte del pasado, el resto jamás podrá ser parte.
Otra vez, este concepto, nos acerca a esa sensación de unidad.
Es muy interesante lo que sucede con el ridículo. El concepto es la adición de los anteriores, con el agregado de un elemento clave: el humor.
El ridículo elimina todo tipo barreras, acerca distancias, distiende e incluso, genera complicidad. Es conocido que poco tiempo atrás, una compañía multinacional realizó una reunión de altos directivos donde todos ellos lucieron pelucas de distintos colores, logrando un ámbito de absoluta distención y florecimiento de la creatividad.

Y hablando de creatividad ¿qué une más a dos personas que la propia creación? Desde padres a socios fundadores, crear algo en conjunto da lugar a un lazo de unión más sólido que cualquier otro.
El orgullo compartido, también tiene componente de reconocimiento recíproco.
Por último, la gratitud. Lograr un espacio donde uno pueda hacer algo por el otro, y cree ese sentimiento de gratitud recíproca, es el más alto resultado que puede esperar este tipo de eventos.
En resumen, si bien todo evento social podría considerarse como positivo, solo algunos de ellos resultan verdaderamente efectivos.
Planificar los encuentros no necesariamente le resta espontaneidad. Se trata de dotar de significado a nuestras reuniones, para darle a aquel café, aquel cocktail, aquella cena o aquella cerveza, de un mejor sabor.
Fuente: Claus Noceti, Director de Tax & Legal, Foreign Trade & Customs de PwC Argentina para iProfesional.com

González Fraga afirma que el Banco Nación está "desbordado" por consultas de créditos hipotecarios

El titular de la entidad confirmó que destinarán $100.000 millones para líneas de vivienda en los próximos tres años. También propuso a los agentes inmobiliarios que funcionen como "precalificadores". Y aseguró que "hoy es más negocio construir una vivienda económica que una ABC1"

Los créditos hipotecarios son uno de los pilares de la gestión de Mauricio Macri, especialmente con la modalidad UVA, que se ha logrado aumentar fuertemente el acceso al crédito para viviendas.
En este marco, el Banco Nación acaba de ponerle un número a estas líneas: contará con $100.000 millones para los próximos tres años, según destacó el presidente de la entidad, Javier González Fraga.


"Esto es para siempre" y "será un cambio cultural", afirmó el economista al inaugurar una jornada en la que autoridades de la entidad dieron detalles de las operatorias crediticias destinadas a particulares, a desarrolladores y a corredores inmobiliarios asociados a la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).
"Estamos desbordados, tuvimos 80.000 consultas vía la página del banco. Necesitamos de ustedes, porque si no nuestra actividad fracasa", dijo González Fraga a los inmobiliarios.
Al valorar las líneas destinadas a constructores y desarrolladores, el economista destacó que es importante también tener oferta constructiva e indicó que "tenemos $9.000 millones de créditos otorgados que buscan casa. Algo falla en el sistema", advirtió.

"El crédito hipotecario está en la base de la constitución de la familia, para luchar contra la pobreza y a favor de la inclusión social. Si no está la familia, si no hay un lugar donde los chicos puedan hacer sus deberes, comer su merienda, terminan en la calle, cerca de las drogas, la delincuencia y el abuso", expresó.
Citó la frase del Papa Francisco que indica que "sin casa no hay familia" y exhortó a generar la "cultura del crédito hipotecario", tras señalar que la entidad dispondrá de $100.000 millones en los próximos tres años para otorgar créditos a tasas razonables.
"Esto no tiene cupo. No es el Procrear. Es para siempre", aseguró y dijo que la Argentina "empezó con la cultura del crédito para la vivienda hace 100 años".
Sostuvo que además de las líneas de Nación Tu Casa y Créditos UVA, cuentan con líneas para desarrolladores inmobiliarios "porque tiene que aumentar la oferta, sino subirán mucho los precios de los inmuebles".
"El Banco Nación alentará a la construcción, pero no para que crezcan los countries, sino para que crezca la vivienda económica para la clase media baja. El límite del préstamo para la vivienda son u$s200.000", advirtió González Fraga.
Por otra parte, el titular del BNA opinió que "hoy es más negocio construir una vivienda económica que una vivienda para el sector ABC1, porque el costo en la construcción en dólares está ascendiendo, en tanto que la construcción económica es en pesos", indicó.

"Tenemos la decisión de financiar proyectos inmobiliarios para sectores medios y bajos" aseguró y no necesariamente tiene que ser construcción tradicional en ladrillo, sino que sino que pueden ser casas industriales o prefabricadas, como se hacen en Estados Unidos y China, donde muchas viviendas ya vienen equipadas. Tenemos que tender a construir con alta calidad, pero a menor costo", expresó.

"Con esto promovemos la vivienda con escritura", indicó y sostuvo que también "hay mucho para hacer" en refacciones y ampliaciones de inmuebles.
Consideró que el sector inmobiliario es "vital para la transformación de la Argentina" y expresó que el cambio cultural debe ser de adentro hacia afuera y citó una informe del Banco Mundial que sostiene que a "los chicos que provienen de casas de padres propietarios les va mejor en la escuela".
Les dijo a los corredores inmobiliarios que ellos pre calificarán a los clientes y eso permitirá agilizar la atención de los interesados ya que "tuvimos 80.000 consultas vía página del banco y estamos desbordados", graficó.
Luego, el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Alejandro Juan Bennazar, consideró que el asesoramiento que puedan dar los corredores inmobiliarios a los clientes que quieran acceder a un préstamo ayudará a "la transferencia de inquilino a propietario".

Posteriormente, distintos gerentes del banco fueron describiendo las características de las diversas líneas crediticias (Créditos Nación Tu Casa, Créditos UVA y Creditos a Desarrolladores) y admitieron que el interés de la gente "es enorme".
En este sentido, instaron a que los corredores asistan al momento de la escrituración de la vivienda porque es un momento "pleno de emoción", aseguraron "donde concurre la familia entera".
También dijeron que se inauguraron centros de atención para los créditos hipotecarios fuera de las sucursales del banco, en la Capital Federal, Avellaneda, San Justo, Córdoba, Mendoza y Rosario lo que les permitirá salir del "cuello de botella" de la atención primaria.
Asimismo, además de contar con sus propios tasadores, el banco contrató a profesionales externos para auxiliarlos ante el aumento de las tareas.
Recordaron que el sitio del banco para consultas es www.bna.com.ar, sección personas y que se incluye un simulador que permite calcular el valor de la cuota a pagar.
Fuente: iProfesional.com

Mercado Inmobiliario: mejoran las expectativas pero todavía hay cautela en los inversores

El 2017 será un año clave para el mercado inmobiliario. Después de grandes caídas por el cepo al dólar, en 2016 empezó a re acomodarse y este año podrían llegar las esperadas inversiones.

Según Adrián Mercado, presidente de la compañía que lleva su nombre, tanto para la compra-venta de propiedades como en el desarrollo de nuevas obras y en el alquiler de locales, aparecen algunas señales de reactivación.
Sin embargo, esta situación no es pareja, ya que otros sectores están más amenazados por los cambios económicos y eso genera mayor incertidumbre y prudencia.

Esa realidad afecta a las industrias y depósitos, especialmente cuando se trata de las pequeñas empresas que empiezan a preocuparse por la avalancha de importaciones y no pueden pensar en ampliarse o mejorar sus instalaciones.
En cuanto al mercado en general, al término del primer trimestre, los datos reales indican que la cantidad total de escrituras de compraventa de inmuebles registró en febrero un crecimiento de 56,9% respecto del nivel de un año antes, lo que es positivo. El monto total de las transacciones realizadas se elevó 186,9%, a $7.658 millones.

Otro dato importante tiene que ver con la cantidad de ventas que se realizaron con créditos hipotecarios, que son las estrellas del mercado en este momento. En febrero, las escrituras formalizadas con hipoteca bancaria totalizaron 693 casos, 165% más que las registradas un año antes, y representaron el 23% del total, frente a 13,6% de un año antes. En valor subieron de 9,7% a 15,1% del total.

"Con estos datos objetivos, se espera que en los próximos meses el mercado del real estate se siga recuperando. En el caso de las unidades residenciales, las expectativas están centradas en la posibilidad de la clase media de acceder a la vivienda gracias a los préstamos de los bancos privados y públicos, además del plan Procrear", comentó Mercado.
Por el lado de las industrias, solo un cambio de tendencia en los sectores industriales podría permitir que el escenario mejore. Para eso, se necesita que las empresas reactiven su producción.

"Si esto sucede, que son las expectativas que mantienen en pie desde los sectores oficiales, este tipo de propiedades tienen una oportunidad, y es su ventaja superlativa sobre el resto de los inmuebles, que es su mayor rentabilidad y su menor costo de mantenimiento", comentó Mercado.
Se estima que, una nave que se alquila genera casi un 50% más de renta que una vivienda, siendo del 10% contra el 5 o 6% anual de una casa.
Otro factor que presenta una luz en el camino es la posible llegada de nuevos inversores a partir del blanqueo de capitales, pensando que muchos ahorristas podrían elegir este mercado si observan las ventajas de los inmuebles comerciales sobre otras propiedades, como las residenciales.
En Adrián Mercado, en las últimas semanas, se empezaron a recibir más consultas, lo cual es un buen síntoma.
Fuente: iProfesional.com

Glocal marketing: el mix estratégico para adaptarte al nuevo consumidor

En un mundo completamente globalizado, que los consumidores demanden productos más personalizados podrá parecer una absurda paradoja, pero es la pura realidad. Acá repasamos qué estrategias podés seguir y analizamos algunos casos de éxito.

La concepción del marketing con Henry Ford supuso la estandarización de los productos, en un mundo en pleno proceso de revolución industrial y producción masiva.
Pero pronto se hizo evidente que los clientes querían elegir, y poder adaptar los productos a sus necesidades, gustos y culturas. Algo que obliga a las marcas a tener en cuenta las preferencias locales, para ofrecer productos y campañas acordes a cada país.

ESTRATEGIA DE ADAPTACIÓN: MARKETING LOCAL
En una estrategia de adaptación se adecua el producto o servicio a las distintas necesidades y condiciones de cada mercado. Se implementa cuando los mercados de dos o más países difieren sustancialmente, ya sea por el comportamiento de sus consumidores (costumbres, culturas, valores), la organización de sus mercados (comunicación, transporte, clima y reglamentaciones) y sus entornos competitivos (grado de concentración y rivalidad).
Las diferencias idiomáticas, culturales, religiosas, legislativas y estéticas, son factores clave para la comercialización internacional y fuerzan la adaptación del producto al mercado.
PROS
Mayor acercamiento al consumidor.
Posibilidad de competir con empresas locales.
Preferencia de los clientes: contribuye a crear reconocimiento global.
Mayor eficacia competitiva: mediante la concentración de los recursos en programas acordes a cada región.
CONTRAS
Dificultad de coordinación.
Incremento de los costes.
Necesidad de estudiar en profundidad el mercado local.

Coca-Cola y McDonald’s, aún teniendo la posibilidad de mantener una imagen global, adoptan cierto grado de localización a los mercados donde operan, para acercarse a sus respectivos consumidores.
El sabor de una Coca-Cola no es igual en todos lados, ya que su dulzor varía según los gustos de la población de cada país. Además, la misma marca se adapta a cada lengua. 

McDonald’s ofrece productos específicos para adaptarse a distintas culturas y religiones, como la posibilidad de elegir entre carne de vaca o cerdo en los países árabes o la India. 


Nestlé no produce el mismo café para el mercado inglés y el francés, ya que en Inglaterra se toma con leche y en Francia, solo.

La Barbie de Mattel solo logró afianzar sus ventas en Japón, cuando las características físicas de la muñeca se adaptaron a las costumbres estéticas y culturales de su población (léase Barbie con kimono, rodete y abanico oriental). 


ESTRATEGIA DE ESTANDARIZACIÓN: MARKETING GLOBAL
En una estrategia de estandarización, las empresas ofrecen el mismo producto en todos los países, considerando un mercado global a pesar de las diferencias entre cada nación.
Se basa en la idea de que los mercados tienden a homogeneizarse por la presión de la tecnología, las comunicaciones y los medios de transporte. Y se implementa cuando las diferencias, propias de cada mercado, no son factores determinantes para el consumo de los productos ofrecidos.
PROS
Imagen consistente, coherente y única a nivel internacional.
Reducción de costes: debido a la obtención de economías de escala en producción, aprovisionamiento, I+D y comunicación.
Aumento del nivel medio de calidad del producto: particularmente cuando la capacidad de producción de algunos países no está muy desarrollada.
Reducción del tiempo necesario para la creación, producción y comercialización.
Homogeneización de la demanda: igualar los gustos y comportamientos de compra por medio de la publicidad, facilita la fabricación y venta de los mismos productos en diferentes países.
CONTRAS
Subordina las necesidades, deseos y expectativas de los consumidores a la eficiencia en la producción.
Centralización en la toma de decisiones y lentitud de respuesta.
Pérdida de share frente a empresas locales, que se adaptan con mayor rapidez a los cambios de gustos locales.
Apple, a pesar de las implicancias que pueda tener su lema “Think different”, lanza campañas globales que ni siquiera se traducen. 

Lego comercializa un producto único y casi idéntico en todo el mundo. 






¿CUÁL ES LA ESTRATEGIA MÁS ADECUADA PARA CADA PRODUCTO?
La decisión de seguir uno u otro camino dependerá del tipo de producto, ya que algunos demandarán una mayor estandarización global y otros, una mayor adaptación a los mercados locales. En líneas generales podemos decir que:
Productos industriales = Estrategia global
Los productos más apropiados para una estrategia de estandarización son los tecnológicos y los de lujo, ya que tienen una mayor tendencia a ser demandados bajo estándares comunes.
Productos de consumo = Estrategia local
Los productos más apropiados para una estrategia de localización son los alimenticios, los de indumentaria o de consumo masivo, ya que su demanda se ve más afectada por los gustos, costumbres y tradiciones de cada país.

GLOCAL MARKETING: PENSAR EN GLOBAL Y ACTUAR EN LOCAL
Como siempre, la mejor estrategia es la diversificación. Por eso, la idea es encontrar el mix perfecto para cada producto, independientemente del sector al que pertenezca.
El concepto de GLOCAL MARKETING supone pensar de manera global e integral, pero manteniendo cierto grado de sensibilidad y flexibilidad para actuar de forma local.
Las marcas necesitan centrarse en una mayor coordinación internacional de las actividades y en la transferencia de conocimientos entre sus sedes, para lograr usar sus experiencias multinacionales en pos de customizar los productos y campañas a cada mercado.
Más que a entornos globales o locales, hoy las empresas se enfrentan a entornos transnacionales, donde experimentan fuertes presiones a favor de la estandarización y de la personalización al mismo tiempo.
CASOS DE ÉXITO
Abundan los ejemplos de marcas o empresas que son reconocidas globalmente, pero que supieron adaptar sus productos a las necesidades locales.

H&M modificó su ropa de hombre en EE.UU. ya que el cliente americano no sigue tanto las modas como el europeo.

Volkswagen logró un éxito rotundo en el mundo árabe, con un modelo que incluye una gaveta para guardar el Corán y que está equipado con una brújula que indica hacia dónde se encuentra la Meca. 

Danone modificó la receta de sus yogures en China, porque su población es mayormente intolerante a la lactosa. 

Con todo esto, podemos concluir que cualquier empresa que quiera lanzar sus productos o servicios en el extranjero, deberá prestar especial atención a las necesidades locales mientras promociona su imagen global.
No tener en cuenta la cultura, los valores, la religión o las preferencias de cada población particular podría traducirse en un verdadero fracaso, perjudicando a la imagen global de la marca, como en el ejemplo de la campaña de United Colors of Benetton citada arriba, donde no se tuvo en cuenta lo delicado que resulta el tema de la discriminación en EE.UU.
Fuente: Autor: Alan Pérez–NSB Agency tomado de gentei2014.wordpress.com

Tendencias de marketing y consumo para el 2017

Como todos los años, la consultora Innovation Group publicó su informe predictivo con datos actualizados sobre las tendencias de marketing y consumo. En este post, contamos las más importantes para que estés un paso adelante y puedas anticipar tu estrategia a lo que se viene.

1. Los rockstars de la tecnología experiencial.
Los consumidores se interesan cada vez más en experiencias impulsadas por las nuevas tecnologías, que los inspiren y los hagan disfrutar. La realidad aumentada y la realidad virtual pueden hacer una gran diferencia en una estrategia de marketing.
2. Las confluencias entre el arte y la Inteligencia Artificial.
Casos como el ganador en Cannes “The Next Rembrandt” de ING o “Magenta Project” de Google, abrieron el camino hacia una forma absolutamente nueva de crear arte, que seguirá sorprendiendo con sus avances en 2017.

3. La economía de la atención.
En un entorno donde la distracción tiende a aumentar por la creciente cantidad de información, la atención del consumidor vale oro, y asegurársela será más difícil que nunca: las empresas deberán utilizar Inteligencia Artificial para limitar la elección de sus consumidores.
4. Tecnología para bebés, un nuevo nicho de mercado.
Los Millennials están comenzando a ser padres y empiezan a buscar soluciones tecnológicas para la crianza de sus hijos.
5. Disruptores del Wi-Fi.
Crece la preocupación de muchos padres por limitar la adicción de sus hijos por las pantallas, y en respuesta aparecen dispositivos para bloquear la señal de Wi-Fi en la mesa familiar. Desconectarse comenzará a ser tan importante como estar conectado.
6. Turismo para la Generación Z.
Los miembros mayores de esta generación cumplirán 21 años el año que viene, por lo que ya están empezando a dejar su marca como consumidores. Las agencias de viajes deberán prepararse para aprovechar los beneficios cuando empiecen a tener tarjetas de crédito y se incorporen por completo al mercado productivo.
7. Hospedajes de showroom.
Las fronteras entre el retail y otros sectores están cayéndose. Esto se ve también en la tendencia a convertir a las habitaciones de hotel en showrooms de marcas de muebles y artículos para el hogar.
8. Gamevertising.
Más de medio millón de personas miran a otros jugar videojuegos en Twitch. Esto abre un nuevo espacio para la publicidad.
9. Publicidad real en un mundo virtual.
No falta mucho para que los usuarios empiecen a ver publicidad en realidad virtual. Aunque aún está en pañales en la mayoría de los países, se estima que para 2026 esta tecnología generará unos 38.000 millones de dólares.
10. La era de las mujeres solteras.
Las mujeres solteras tienen un gran poder de consumo, pero el nuevo reto para las marcas es comunicarse con ellas como personas, en lugar de definirlas por su estado civil, olvidando las etiquetas y reconociendo que tienen las mismas motivaciones que cualquier mujer.
11. Envases para mirar dos veces.
Como hizo Moschino al poner una de sus fragancias en un envase de detergente, muchas marcas estarán reconsiderando dónde puede ir su producto en los estantes de las tiendas a partir de repensar su packaging, maximizando así el aprovechamiento del punto de venta.
12. La Generación X retoma fuerza.
El marketing se ha obsesionado con los Millennials, los Baby Boomers y, recientemente, con la Generación Z. Pero la “olvidada” Generación X está de regreso y representa un grupo muy influyente. Por un lado arropan a sus padres y abuelos en temas como el digital y, por el otro, encaminan e influyen en las siguientes generaciones.
13. Plataformas inesperadas.
Redes como Tinder o PornHub cuentan con enormes audiencias y engagement diario. Aplicaciones basadas en geolocalización le añaden a estos beneficios el del potencial acceso a datos contextuales.
14. Consumidores y política.
Hoy más que nunca, los consumidores tienen posturas políticas, y para las marcas es cada vez más difícil evitar involucrarse si quieren ser parte de conversaciones importantes. El consumidor seguirá buscando marcas que defienden ciertos valores con los que se pueda alinear.
15. Publicidad y discapacidad.
La población con discapacidad es más grande de lo que se piensa y se vuelve más consciente de su identidad compartida. Una gran cantidad de gente se interesa por sus necesidades. Acá, el ejemplo de uno de los videos más virales del último año.

16. Feminismo.
El empoderamiento de la mujer en el mercado actual no es ninguna novedad. Por eso, las marcas que sepan generar una conciencia y una estrategia feminista se destacarán, en la medida que esta corriente se afianza en muchos sectores de la sociedad.
17. Alcohol orgánico y de bajas calorías.
Marcas de bebidas alcohólicas también empiezan a responder a la búsqueda de los consumidores de una vida más saludable.
18. Tres bebidas notables espirituosas.
Un nuevo vodka elaborado con agua de la niebla de San Francisco, nuevas variantes livianas de whisky y aguardientes de Baijiu (China) son sólo tres muestras de cómo el mundo de la coctelería está evolucionando hacia la mayor distinción posible en cuanto a sabor y técnicas de elaboración, más allá de la tendencia de la producción artesanal.
19. Nuevo veganismo.
La cocina vegana evolucionará más allá de los derivados de la soja, hacia productos más naturales y menos procesados.
20. Retiro en tienda.
La tendencia de combinar el eCommerce con el retiro en la tienda ahora llegará a los comestibles. Amazon abrirá locales donde la gente podrá retirar productos precederos.
21. Biohackeo.
Las tendencias de nuevas formas de bienestar evolucionan hacia una búsqueda por “hackear” el cuerpo sin perder lo natural, con productos como Go Cubes: caramelos de café que potencian la concentración y prolongan el estado de alerta.

22. El revival de la comida rápida.
Las cadenas de fast-food se adaptan a las nuevas tendencias saludables, pero también la búsqueda de bienestar toma forma de cadena de comida rápida. También se vive un revival de la estética típica de estos restaurantes en las décadas de 1950 y 1960.












23. Test-drives en el retail culinario.
La cultura de la comida sigue cobrando importancia. Algunas marcas ofrecen demostraciones con chefs o permiten que los visitantes prueben los productos en sus tiendas.
24. Belleza andrógina.
La aparición en las redes sociales de más y más hombres que usan maquillaje impulsa un cambio de foco en la concepción de esta práctica: ya no como la corrección de defectos, sino como una forma de creación artística.
25. Renacimiento de la belleza sin marcas.
Contra la tradición aspiracional del marketing de belleza, los Millennials y la Generación Z son indiferentes a las marcas, y buscan precio y calidad sin importar las etiquetas.
26. Entrenamiento cerebro/cuerpo.
Un estilo de vida físicamente activo ayuda a la salud neurológica. Emerge una concepción más holística del ejercicio y el fitness en general.
27. Festivales de fitness.
Las marcas encuentran formas creativas de unir el interés masivo en hacer ejercicio físico con la demanda de experiencias, mezclando fitness con música en vivo.
28. Economía del cuidado.
La población mundial está envejeciendo, y aparecen plataformas para ayudar a las familias a cuidar de sus familiares mayores. Esta necesidad cobrará relevancia con el tiempo. (Para saber más sobre este punto mirá la nota: Marketing para la tercera edad, un mercado que no para de crecer.
29. Carreras de drones.
Esta tecnología de nicho se hará más y más popular, y poner drones a competir puede ser el próximo gran deporte.

30. La segunda pantalla está primero.
Las fronteras se desdibujan, y los grandes eventos en vivo se transmiten en internet antes que en televisión.
31. Renacimiento del sueño.
Nuevas marcas buscan valorar el sueño, que nuestra cultura tiende a despreciar. Surgen eventos y productos centrados en la importancia del descanso.
32. Laboratorios sin efectivo.
Suecia y Zimbabue ya anularon casi por completo las operaciones con efectivo, y funcionan como laboratorios de lo que se espera sea el futuro de las transacciones 100% electrónicas.
33. Veo ahora, compro ahora.
Se achican las esperas en el mundo de la moda. Este modelo fue una tendencia en las Semanas de la Moda de New York y Londres, pero también mercados periféricos como China y Brasil se suman a la movida.
34. Redefinir el lujo.
Consumidores motivados éticamente se vuelcan por marcas que ponen el énfasis en la inclusión, sustentabilidad y calidad del producto. Nuevas marcas desplazan a las tradicionales.
35. Boomers hipster.
Los Baby Boomers reinterpretaron la cultura de la jubilación y demandan su versión de experiencias hipster, más costosas y refinadas.
36. Marketing de experiencias extremas.
Las marcas piensan activaciones más y más memorables para capturar la imaginación del público moderno.
37. El lujo del aroma.
Es el nuevo elemento de branding en la inmobiliaria de alta gama. Ambientes con perfumes exclusivos cuentan una historia y expanden la oferta de valor.
38. Naturalismo en el retail.
Las marcas de tecnología dejan las tiendas frías y minimalistas a favor de algo más natural, un espacio amigable que valga la pena visitar aunque no se esté buscando nada específico.
39. Flagships sin productos.
Las tiendas más representativas pueden no vender nada, sino ofrecer una experiencia de marca inmersiva, como está haciendo Samsung en New York.
40. Pagos por convergencia.
Simplificar las compras online y móviles al punto de poder pagar con un solo toque impulsará este tipo de transacciones.
41. Guerras de envíos.
Las compañías tecnológicas ponen el foco en este aspecto crucial de la cadena del retail, desarrollando soluciones propias para aumentar su competitividad.
42. Retail sin plataformas.
La desafiante Generación Z, además de no creer en las marcas y desconfiar de la publicidad, es inconstante con las plataformas sociales, a pesar de pasar casi todo el tiempo conectados. Las marcas deben llegar a ellos en todas las plataformas.

Fuente: Adlatina.com / Alan Pérez — Redactor en NSB Agency

¡Quiero un Tesla! Pero conduzco otra marca...

En el último post hablábamos de cervezas, y no de coches porque… Está mal, muy mal, mezclar el alcohol con la conducción. 
Pero como ya comenzó el Salón del Automóvil de Barcelona, efectivamente, ya podemos hablar de coches, y lo haremos con fotos de algunas marcas presentes en el Salón:
La marca TESLA, en esta su primera aparición en el Salón, es un buen ejemplo para hablar de Brand Equity, que es el deseo hacia una marca, expresado en una fotografía como esta:

(Por si no la ves, en el centro de todos estos fans hay una marca deseada).
El deseo se construye con el tiempo, a través de los puntos de contacto de la marca (vs. competidores y considerando creencias y valores preexistentes),creando poderosas conexiones emocionales a través de experiencias significativas y comunicaciones relevantes.
Ahora bien, el deseo por sí solo no explica el comportamiento, las ventas, el negocio: una cosa es desear y la otra es comprar:

El contexto de la marca también influye al consumidor en su momento de elección, y ese contexto incluye las palancas y barreras del mercado (precio, distribución…), así como el momento.
El momento es lo que definimos como una experiencia individual, definida por el contexto en el que estés, pudiendo incluir el tiempo, el lugar, el entorno y por supuesto, porque un momento va más allá de la ocasión, las necesidades, los objetivos y las motivaciones del individuo.

Todo esto, palancas, barreras y momentos, son potenciales frenos (en el caso de que tu marca sea más deseada que comprada), u oportunidades (en el caso de que tu marca sea más comprada que deseada) y explican el gap que existe entre deseo y compra.

TESLA = SUPERDESEO

En el caso de TESLA es posible que el deseo vaya a más, incrementando la presencia de touchpoints que construyan Equity eficazmente, y ahí están los inminentes concesionarios, drive-tests, cargadores, supercargadores, touchpoints y “supertouchpoints”, como el del Salón, y su “supermisión”, la de cambiar el mundo y que sea un lugar más sostenible.

FERRARI = HIPERDESEO

Otro caso es el de FERRARI, que incluso crea sus propias barreras: fabricar como máximo un FERRARI menos de los que el mercado pida, e incluso poner barreras, tan físicas como las de su stand en el Salón:
(Por si no lo ves, rodeando al stand hay una barrera de cristal con un cartel implícito “ya sabes que nunca tendrás uno, y es que ni podrás tocarlo”).


Y DONDE EMPEZÓ TODO: EL 600
Y, para finalizar, tenemos esta última foto del Salón, un representante de lo que actualmente pudiera ser una opción modesta, la que sería más comprada que deseada, si bien no es la mejor foto que podría utilizar como ejemplo, ya que la unidad está muy bien restaurada y seguro que la marca ha ido creando poderosas conexiones emocionales:


¿Y TU MARCA?
La pregunta que supongo te harás es “¿de qué tipo es mi marca?; ¿es más deseada que comprada, o al revés?, ¿por qué?, ¿qué tipo de factores de mercado están a tu favor?; ¿y en tu contra?... 
Hasta el próximo post.
Fuente: Antoni López para Kantar TNS

Google sabe qué compramos offline, lo que genera más dudas sobre privacidad


En los últimos tiempos, las empresas se han dado cada vez más cuenta de la importancia de los datos. La información es uno de los activos principales para comprender a los consumidores y para entender qué es lo que les interesa y lo que no. Los datos son la guía que posibilita establecer estrategias de éxito y que da, por tanto, la clave para conectar con ellos.
Pero, del mismo modo que las compañías han asumido el valor y la importancia de los datos, los consumidores han empezado a comprender lo mismo. 
Ellos también son cada vez más conscientes de que las marcas y las empresas quieren saberlo todo de ellos y que la información que generan en un mundo conectado es cada vez más valiosa. Igualmente, los consumidores son cada vez más sensibles con el tema y están cada vez más preocupados por ello. 
Los datos dan a las empresas entrada en lo que ellos muchas veces consideran su vida privada y temen que les dé una posición demasiado dominante. La sensibilidad ante la información que pueden acumular las empresas y ante el cómo pueden usarla es cada vez mayor.
Para quienes están usando los datos y recolectándolos esto genera un terreno de juego cada vez más sensible y delicado, ya que los consumidores son cada vez menos permisivos con los errores, ponen el listón más alto y quieren tener el mayor control posible de lo que ocurre y de lo que hacen. Cometer un error puede convertirse en una pesadilla en relaciones públicas y despertar críticas entre los consumidores. Y eso es lo que le acaba de pasar a Google. La compañía acaba de presentar su nuevo servicio que permite unir información online y offline para conocer mejor a los consumidores y sus hábitos, pero con ello no solo ha conseguido ofrecer una idea seductora a las marcas, sino también despertar las primeras críticas de las asociaciones que se preocupan por la privacidad.
Lo que hace GoogleGoogle. Es una de las compañías que mejor conocen a los consumidores. Google lo sabe todo de ti, todos llegamos a decir en alguna ocasión a otro. Dado que por un lado el buscador es el más usado, que por otro sus servicios abarcan todos los tipos de productos online y que por otro la firma es casi omnipresente en la red (sus anuncios están por todas partes), la compañía puede acumular muchísima información. Ahora también la está acumulando fuera de la red. 
A través de datos recolectados por sus aplicaciones móviles, como YouTube y Google Mapas, que cruza con datos relativos a las tarjetas de crédito (lo están haciendo, por ahora, en Estados Unidos) puede ofrecer perfiles mucho más específicos de los consumidores y de sus hábitos e intereses. Según los datos de la firma, Google tiene acceso al 70% de las transacciones que se producen con tarjetas de crédito o de débito en EEUU. ¿Para qué quiere toda esa información Google? La idea es (y no es tan nueva, Google ya lleva haciendo cosas en esta dirección en los últimos tiempos) demostrar el impacto que internet tiene fuera de la red. Saber lo que los consumidores hacen offline permite a la compañía demostrar que los anuncios que ven online tienen un efecto fuera de la red. 
Por ejemplo, como señalan en Business Insider, Google puede demostrarle a una firma como Sephora que, tras ver un anuncio de lápiz de ojos en la red, los consumidores fueron a la tienda y lo compraron.
No a todo el mundo le gusta. Como suele ocurrir cuando se presentan este tipo de servicios, Google ya ha dejado claro que los datos no se recogen con nombres y apellidos, sino que son anonimizados para respetar la privacidad de los consumidores. Sin embargo, esto no ha impedido que ya aparezcan las primeras críticas. Por un lado, está el hecho de que en realidad no se sabe mucho sobre la cuestión.
"Lo que realmente me fascina que a medida que las compañías se vuelven más intrusivas en términos de recolección de datos, también se vuelven más secretas", apunta el director ejecutivo del Electronic Privacy Information Center, Marc Rotenberg, a The Washington Post.Por otro, y como recuerdan desde un grupo de defensa de los derechos de los consumidores, anonimizar los datos por completo es muy difícil, lo que hace que toda esta información esté ahí, susceptible de ser robada por hackers o simplemente como una amenaza contra la propia privacidad.
Fuente: PuroMarketing. Com

11 de mayo de 2017

Infoxicación

El columnista de Adlatina define este fenómeno de la vida moderna. “La infoxicación está asociada con una patología consistente en vivir pendiente de la última novedad, del último chisme, del último rumor, no sólo en el propio país sino en el mundo”, explica Borrini.

De la historia de la información, desde los tiempos más remotos hasta los actuales, del papiro a la Internet, se desmarcan momentos, situaciones relevantes, sobre todo glamorosas, que hacen que caigamos en la tentación de considerarlos “revolucionarios” aunque no todos merezcan ser considerados así.

Los medios de comunicación o de información crecieron mucho, al principio lentamente y luego, en los últimos veinte años, vertiginosamente. Hasta la década de 1920, la de la radio, el acceso a la información se reducía prácticamente a diarios y revistas. La televisión, desde los años 60, cambió nuestras vidas y nuestra agenda diaria. Ha logrado que nos sentemos ante la pantalla cuando ella quiere; programamos nuestra cena para poder sintonizar la película del día o la serie que nos gusta. 

Pero nada es comparable con la llegada de internet y la expansión de los medios digitales. Son tiempos de la “revolución digital”, que algunos estudiosos comparan con la revolución industrial del siglo XIX, incluso con el revolucionario invento de los tipos movibles que inauguró Gutenberg en 1450, y que desde la perspectiva de la historia, no habría sido una revolución, entre otras cosas porque traicionó los objetivos del fundador. Puesta al servicio de su Iglesia, la católica, terminó por abrir paso a la Reforma religiosa centrada en la figura de Lutero.

La revolución digital amplió por ahora ilimitadamente el espacio de la información y de los medios de comunicación. En efecto, “nunca tuvimos tanta información disponible, pero a la vez tan poco tiempo, y acaso también tan poco interés, en procesarla”, como escribió María Gabriela Eisinck en un informe especial, publicado hace algunos años en un periódico local, inspirador del presente trabajo.
Estamos permanentemente conectados a las fuentes de información, pendientes de los medios digitales hasta cuando salimos de vacaciones, al borde del mar o de las montañas. Pero esta dependencia tiene un precio; cuando cobra la gravedad de una adicción, suele ser tratada de manera que evoca la empleada para curar el alcoholismo o la drogadicción.

Los especialistas ya acuñaron un término para identificar estos excesos. Lo llaman infoxicación, o intoxicación por la información. La explosión de las redes sociales, la manipulación de la fotografía, la dependencia del correo electrónico, el fax, los videos de realidad virtual, y hasta de la posibilidad de cambiar de identidad digitalmente y vivir irrealmente una existencia acorde con nuestras fantasías. El fenómeno ha cambiado el ambiente en que nos toca vivir, y del que nadie puede escapar por completo. Personalmente, no sé qué haría si me quitaran el mail y otras aplicaciones.
Incluso un eminente filósofo y sociólogo como Zygmunt Bauman, creador del concepto “modernidad líquida”, expresó que no manejaba ningún recurso digital, pero que no podía mantenerse completamente alejado porque se veía obligado a estudiar el fenómeno. 

Pero no sin dar voces de alerta. “Sin darnos cuenta estamos perdiendo el arte de las relaciones sociales, humanas”, esenciales para vivir una vida más intensa y acaso también más feliz. Pero sería injusto achacarle la intoxicación únicamente a la tecnología. La infoxicación está asociada con una patología consistente en vivir pendiente de la última novedad, del último chisme, del último rumor, no sólo en el propio país sino en el mundo. Nos echamos encima una tarea titánica. Voluntariamente. Se me ocurre pensar que protestaríamos y manifestaríamos si nos la impusieran las autoridades. Pero hay gratificaciones que la hacen más tolerable; una de ellas es su estrecha vinculación con el consumo. 

Conservo un soberbio artículo de Bauman titulado “El comprador comprado”, anticipo de un libro suyo, en el que analiza las contradicciones de la sociedad actual: “Los seres humanos, convertidos en consumidores, son a la vez objetos en venta. Luchan por cotizarse mejor, prologar su fecha de vencimiento y seguir consumiendo”. A veces para colmar su conciencia como padres o abuelos; regalar un celular a un chico de seis o siete años, añade Bauman, es más fácil que dedicarle el tiempo necesario para inculcarle valores personales, familiares y profesionales que nos harían mejores padres y mejores hijos. Una tarea indelegable, porque ya no se cuenta con el equilibrio que los de mi generación encontrábamos en la escuela pública, cuando todavía Sarmiento era “el padre del aula”, y sus enseñanzas nos guiaron más allá de lo educativo y profesional. Nos hicieron mejores ciudadanos.

Fuente: Alberto Borrini para Adlatina.com

El marketing nuestro de cada día

Las memorias de Alberto Borrini fueron editadas por Eudeba y ya estás en las grandes librerías de toda la Argentina, incluyendo las de las universidades públicas. A continuación, la síntesis de uno de los capítulos del libro, que salió el mes pasado.


“En la fábrica hacemos cosméticos. En los comercios vendemos esperanza”. Charles Revson, fundador de Revlon.

El marketing se ha impuesto en casi todas las actividades. Resulta indispensable para los empresarios, los políticos, los funcionarios de gobierno, los deportistas y hasta para los cocineros desde que se convirtieron en las estrellas gastronómicas de la televisión. La nómina es larga y no excluye a los profesionales más recatados, como los contadores, economistas, ingenieros, escritores e intelectuales de la más variada especie.

El marketing ha calado tanto en la vida cotidiana que algunas estrellas de la cultura popular se permiten jugar a su ausencia, seguras de que se notará tanto como su presencia en una época, la actual, en que el factor sorpresa suele pagar buenos dividendos. Este ardid lo empleó un grupo de rock que sacó un álbum con la carátula en blanco. Entre guiños cómplices, su líder explicó que “la clave es hacer lo contrario de lo que se espera de vos”, y parecería que una de ellas es el marketing convencional, el que llama la atención. De una forma u otra, gana el marketing.

El término “marketing” tiene mucha menos prosapia que “publicidad”; las empresas comenzaron a usarlo hace apenas cinco o seis décadas. No necesitó más para triunfar. Hoy hasta las personas comunes hacen marketing, a sabiendas o sin darse cuenta. Cómo nos las arreglábamos antes para trascender es muy difícil de imaginar. Puede que no nos interesara tanto hacerlo.
La que podría llamarse la “historia oficial” del marketing argentino, cuyos atributos probaron ser, con el paso del tiempo, tan necesarios y efectivos (y que tan bien entendió Charles Revson, fundador de Revlon, con la frase que solía repetir a sus colaboradores: “En la fábrica hacemos cosméticos, en el comercio vendemos esperanza”), se habría consolidado en 1965, con la creación de la Asociación Argentina de Marketing (AAM). 
Me tocó dar la bienvenida, periodísticamente, a la flamante entidad con un artículo en la revista Primera Plana. Los fundadores fueron muy pocos, acaso los únicos que podían mostrar algún pergamino en la materia, entre los cuales había varios que conocía de nombre o de vista por haber estado vinculados, directa o indirectamente, con Iggam, la firma en la que milité, muy joven, durante una década.

Recuerdo a dos de esos pioneros, Rodolfo Lilienfeld y Juan Laub. Del grupo inicial, al único que conocía personalmente, por razones periodísticas, era Camilo Pagano, directivo de Nestlé Argentina, quien asumió como primer presidente. Poco tiempo después, Pagano fue llamado desde la central de Nestlé en Vevey, Suiza, y en poco tiempo ascendió a los más altos cargos de la organización mundial.
La AAM nació como una entidad de elite. Admitía únicamente a gerentes o directores del área, que entonces eran muy pocos, y vetaba el ingreso de consultores, quizá para evitar que la entidad se convirtiera en un foro donde realizar negocios. El objetivo era principalmente institucional: colaborar en el progreso de la disciplina y en la formación de los especialistas. Pero como suele suceder en otras actividades que nacieron de manera similar, los ingresos por cuotas de los asociados pronto resultaron insuficientes; la entidad se estancó y fue preciso ampliar el registro y crear además otras fuentes de financiación para poder realizar las actividades que se habían propuesto sus fundadores.

Hoy la AAM cuenta con una importante base de asociados, asesores incluidos, y una panoplia de actividades variadas e intensas durante casi todo el año. Una de las iniciativas que más aportó a la difusión y expansión de la entidad, y de la disciplina, fue la creación, en 1982, del Premio Mercurio, desde entonces la mayor distinción en el campo del marketing vernáculo. El Mercurio, junto con otras acciones de la entidad, influyó también en la institución, en 1995, del Día del Marketing, que se celebra anualmente el 27 de mayo, fecha de la fundación de la AAM.
El progresivo aumento de las categorías que abarca actualmente el Mercurio, más de 20, es un fiel reflejo de la implosión de la disciplina experimentada en las últimas décadas. Como sucede con la publicidad, ya se hace difícil saber dónde empieza y dónde termina el marketing, y cómo podría actualizarse su definición, luego de tantos cambios sobre todo por su vinculación con la segmentación de los avisos y más todavía de los medios. Hoy hay tantos premios Mercurio como subespecialidades de la disciplina, y no cesan de incorporarse otras. El catálogo está abierto a todas las necesidades e inquietudes; una de las últimas, que prueba los buenos reflejos del recurso acaba de surgir en España: es el “marketing de la austeridad”, nacido para que las empresas puedan moverse con más eficacia en el estrecho marco económico que impone la grave crisis.

La palabra “marketing” es un anglicismo que, en español, comenzó por traducirse como mercadotecnia, mercadeo y créase o no, “mercática”, términos que en ningún caso dejaban traslucir el verdadero significado del recurso, de modo que terminó optándose por el original en inglés, acuñado en los Estados Unidos, que incluso ingresó en el diccionario español con su versión fonética, “marketin”, que suena como un diminutivo de la herramienta y tuvo, en la vida cotidiana de las empresa, poca carrera.
El marketing involucra una amplia variedad de recursos, desde las estrategias de mercado hasta las técnicas de venta, pasando por investigaciones acerca del producto y de sus potenciales clientes. Según uno de los padres del marketing moderno, Philip Kotler, marketing es “el proceso social y administrativo por el que los grupos e individuos satisfacen sus necesidades al crear e intercambiar bienes y servicios”.
Su colega Theodore Levitt, una de las personalidades más destacadas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, escribió en Miopía en Marketing lo más parecido a una definición: “La empresa no puede encontrar justificación sólo en la fabricación de productos, además debe identificarse como proveedora de bienes y servicios satisfactorios para los clientes. Tiene que verse a sí misma como ‘compradora de consumidores’”. Para eso, nada mejor que el marketing.

Para Levitt, resulta más que esencial, decisivo, que la gerencia de una empresa piense en qué negocio realmente está, más allá del que siempre consideró como suyo y que le permitió afirmarse e incluso ganar dinero. Porque, pregunta, ¿podría mantenerse y seguir avanzando si no advierte a tiempo que parte de “su” negocio está vacante y puede ser rápidamente ocupado por el competidor que lo descubre?
Levitt ponía como ejemplo a los ferrocarriles norteamericanos, que luego de años de auge vieron detenerse su crecimiento, paradójicamente en momentos en qué más crecía la demanda de transporte de carga y de pasajeros. La falla radicó en que limitaron su negocio a los rieles, en vez de pensar en términos más amplios, de transporte en general. Dejaron así la puerta abierta a los camiones, que se adueñaron de las rutas extendidas a la vera de las vías. Era parte del negocio de los ferrocarriles, pero no lo advirtieron a tiempo.
La miopía de Detroit obedece, siempre de acuerdo con Levitt, a otra causa: “La industria ha amarrado su fortuna al implacable requisito del cambio anual de modelo, desconociendo durante décadas lo que los clientes realmente necesitaban”.

Una de las últimas variables del marketing, el político, no ayudó precisamente a aclarar, menos aún a difundir, las verdaderas funciones de la herramienta, al ser aplicado falsamente a objetivos diferentes a los comerciales que le dieron origen. En las campañas electorales sólo hay lugar para el que gana, y quedan irremediablemente postergadas, cuando no definitivamente fuera de juego, las “segundas marcas”. Con objetivos tan equívocos, el “marketing” de los candidatos no podía lograr otra cosa que desnaturalizarse y perder prestigio. Incluso a ser demonizado en las campañas de 2003, como reacción al derroche de recursos, muchas veces provenientes de ilegales fuentes de financiación, y al artero ocultamiento de gastos difíciles de comprobar pero evidentes.
Fuente: Alberto Borrini. Memorias