Si te encuentras en la situación de querer emprender un negocio propio,
puede ser que sepas muy bien en qué sector y que productos y servicios ofrecer,
pero también puede ser que estés emocionado y decidido a trabajar por tu cuenta
pero no hayas decidido en qué.
Cuando sabes en qué sector montar tu negocio puede ser que éste se base
en un mercado en el que ya tienes experiencia, ya sea porque has trabajado en
el por cuenta ajena o porque lo conoces muy bien. En ese caso tienes la ventaja
de saber qué es lo que necesitan tus potenciales clientes y que oferta de
productos y servicios existen en su mercado (o sea lo que ofrece la
competencia) lo cual es una ventaja. Si no perteneces a ese grupo, no te
preocupes, no es un problema, haces un estudio y lo averiguas. Sea como sea es
básico conocer el público al que te diriges.
También puede darse la circunstancia de que aun sin tener experiencia en
el sector, en un momento dado has visto o intuido una oportunidad, una necesidad
de un colectivo de personas sin satisfacer y que tú podías aprovechar. Sea como
sea, lo más importante es que esa actividad a la que te dediques sea algo que
te apasione, algo que te encante hacer, que no te importara hacer aunque no
fuera remunerado. . .de esa forma convertirás tu pasión en una manera de vivir,
que te permita llevar el tipo de vida que quieras, haciendo lo que te gusta.
Por el contrario si lo que haces no te llena, o va en contra de lo que
tú valoras, no tendrás ganas de levantarte cada mañana para hacer esa actividad
que te fastidia. Es muy importante para obtener unos óptimos resultados que lo
que hagamos, lo hagamos bien, y para eso es necesario que nos agrade. Si no, a
la corta o a la larga perdemos la motivación y eso hace que no tengamos ganas
de retarnos, ni de aprender, ni de mejorar, ni de salir de nuestra zona de
comodidad, pasando a hacer actividades mecánicas sin pensar ni reflexionar. Esa
situación, ya debes saber que no ayuda a tu crecimiento.
Ahora puede ser que me digas, “todo eso es muy bonito, pero yo tengo que
comer, tengo familia y eso que me dices no es tan fácil”. Para empezar, nadie
ha dicho que sea fácil. Pero si es posible. Lo corroboran historias de personas
que lo han conseguido. Puedo asegurarte que mis clientas empiezan a ver
resultados cuando empiezan a plantearse cómo hacerlo, en lugar de pensar que no
pueden hacerlo. No se puede comparar ir cada día a trabajar en algo que no te
guste y pienses: otra vez lunes, qué fastidio, mi jefe. . .mi compañero. . .el
stress. . .O por el contrario digas: mañana ya es lunes, voy a organizar mi
agenda para hacer lo que me gusta porque lo que me apetece es eso.
Es un hecho que tenemos que trabajar para producir, para aportar nuestra
contribución a la comunidad, pero básicamente para obtener un dinero a cambio
que nos permita cubrir nuestras necesidades, algunas básicas y otras no tanto.
Todo es cuestión de saber para que lo haces (aparte de cubrir tus necesidades).
Para sentirte identificado, para hacer lo que te guste, para tener más
libertad, para crecer, para conseguir retos, objetivos. . .o simplemente hay
quien piensa que tiene que hacerlo por obligación. A nadie le gusta hacer las
cosas por obligación, en cambio a todo el mundo le gusta hacerlo por devoción,
lo haces porque quieres hacerlo. Hay una diferencia.
Investiga un poco tus porqués y tus para qué, y quizás te ayude a
entender cómo te sientes respecto al trabajo. Sentirse bien con lo que uno hace
es básico para generar buenos resultados y todos queremos obtener buenos
resultados y hacer un buen trabajo para tu propia satisfacción,
independientemente de a lo que te dediques y para quien trabajes. ¿O no?
Y llegados a este punto, y entendiendo que hemos decidido emprender un
negocio, vamos a ver si podemos despejar dudas y tomar una decisión sobre el
campo en que vas a emprender.
1. ¿Sabes ya lo que te apasiona? Quizás para responder a esta pregunta
tienes que indagar un poco en tu interior. Conocerte es básico para que sepas
lo que te emociona. Haz una lista con todo lo que te gusta, por muy tonto que
te parezca, aficiones, hobbies, todo lo que se te ocurra, como una tormenta de
ideas. En esta fase no estás tomando una decisión, ni juzgando si es una
tontería, simplemente estas exponiendo una serie de ideas para poder
considerarlas más adelante. ¿Qué es lo que no te importa hacer? ¿Qué es aquello
que haciendo pierdes la noción del tiempo? ¿Qué te da igual hacer a cualquier
hora porque siempre te apetece?
2. Eres bueno, muy bueno. Ahora que ya tenemos la primera lista, vamos a
por la siguiente. Normalmente lo que se nos da bien, suele tener relación con
lo que nos gusta hacer, pero no siempre somos conscientes de ello. Así que para
hacer ésta lista vamos a recurrir a los que tenemos alrededor. Hacer participar
a los que te rodean es una buena manera de conocer aspectos que otros ven de
nosotros mismos y que desconocemos. No es momento de que nos juzguen, ni de que
hagan una lista de pros y contras, simplemente que te digan según ellos (mejor
pregunta a unos cuántos, familia, amigos ) que creen ellos que se te da bien,
que eres muy bueno. Recuerda cuando te hayan dicho lo bien que te había salido
hacer tal y tal cosa. Sea lo que sea, entenderte bien con niños, cuidar flores,
hacer dulces, cualquier cosa.
3. Oportunidades de mercado. Cuando se quiere emprender, muchos piensan
en crear algo que todavía no esté inventado y de ahí viene esa expresión: “es
que ya está todo inventado”. ¿Y qué? ¿Crees que para tener éxito tienes que
inventar algo nuevo? Si es así siento desilusionarte (aunque en el fondo es una
buena noticia) pero no es necesario. Basta con que descubras una necesidad de
un colectivo o grupo de gente considerable (mercado) que no está cubierto. O
quizás un servicio o producto que ya existe pero lo puedes mejorar añadiendo
valor o haciéndolo de otro modo. Hay empresas muy grandes e importantes que
simplemente han tenido éxito haciendo las cosas de otra manera y atreviéndose.
4. Sé un experto. Si quieres abrirte camino emprendiendo tu negocio
debes convertirte en un experto en tu materia. ¿Cómo puedes hacerlo? Volvamos a
tu pasión, cuando algo te gusta mucho,
casi de manera instintiva, absorbes toda la información posible acerca de tu
tema. Te informas, te formas, te instruyes. Todo lo que cae en tus manos sobre
ello te interesa, y si no, lo buscas. Fíjate sino en tus hobbies y pasatiempos,
no te importa pasarte horas mirando cómo funciona algo, u organizando o
coleccionando, la satisfacción te compensa ese tiempo. Si tu negocio es tu
pasión pasa lo mismo. ¿Y cómo me convierto en experto? Pues conociendo más
sobre ese tema que muchísimas otras personas a las que les pueda interesar tu
conocimiento. Todos podemos ser expertos en algo, falta que tengamos el
conocimiento y la experiencia. Así que si quieres convertirte en experto, busca
todo lo que puedas encontrar sobre tu tema y práctica, práctica y práctica.
5. Encuentra tu nicho. Cuando un pasatiempo o hobby decides convertirlo
en negocio, significa que le quieres sacar un provecho económico para que te
permita poder vivir de él. Así que una
vez conocemos lo que nos gusta, lo que se nos da bien, las oportunidades de
mercado y somos expertos en ello, es la hora de conocer muy bien nuestro
público objetivo, ese que está interesado en la solución que le vamos a ofrecer
para solventar su problema. Si crees que todo el mundo puede ser tu cliente
ideal, estás equivocado. Igual que te centras en ser experto sobre un tema (no
se puede ser experto en todo), tienes que enfocarte en un tipo de público
determinado, para conocer cómo piensan, qué sienten, qué hacen, qué problemas
tienen y cómo puedes ayudarles. Se lo más específico posible y te ayudará a
conocerlo mejor. Podemos tratar el tema del cliente ideal más ampliamente en
otro artículo.
6. Verifica el punto de unión en común. Después de todo el estudio que
llevas hecho, seguro que te vienen un montón de ideas a la cabeza. Cuando
juntes todas las listas es posible que veas puntos de conexión entre ellas.
Esos puntos de conexión son los que pueden generar ideas que luego desarrolles
y descubras posibles nichos donde poder emprender tu negocio. Puedes ofrecer
servicios que tus potenciales clientes puedan necesitar y que puedan suplir una
necesidad o una solución a un problema. Puede ser que les aporte bienestar,
crecimiento, satisfacción, o que les ahorre tiempo, preocupaciones o dinero.
Para terminar te diré que es imprescindible estar alerta a tu entorno,
de lo que ocurre a tu alrededor, leer libros que te puedan interesar, trabajar
tu creatividad, ir a un kiosco y poder dar un vistazo a la cantidad de revistas
de todos los sectores que puedas encontrar. Tarde o temprano, si estás
motivado, te vendrá la inspiración y dirás: Aha! Esto es lo que quiero hacer.Un negocio es para obtener un rendimiento económico, además de hacer
algo que te llene, pero también te digo que si solo buscas eso, el dinero, sin
tener en cuenta todo lo demás, tarde o temprano te pasará factura. O tu negocio no prosperará o si lo hace te sentirás vacío e insatisfecho.
¡Ve por tu sueño!
Autor: Cristina López - Colaboración: Prof. Silvia Ferrari
Autor: Cristina López - Colaboración: Prof. Silvia Ferrari